Revisión 15/11/2022
Puede la microbio ta intestinal influir en nuestro cerebro Empezaremos por entender que el intestino se le denomina el segundo cerebro. Aunque nos parezca increíble. Nuestro intestino, al que durante muchos años se le ha considerado un órgano con la única misión de llevar a cabo la absorción de los alimentos, por otra parte, muy necesaria para nuestra nutrición y para la vida, hoy es considerado fundamental para muchas otras funciones. De entrada, debemos saber que en el intestino están nuestros sistemas o me gusta ticos, el nervioso, el endocrino y el inmunitario en una gran complejidad, los cuales van a permitir no sólo que mantengamos la homeostasis intestinal, sino también dada la conexión que tiene desde el intestino hasta el resto del organismo que resulten imprescindibles para nuestro. Me gusta CIS corporal y consecuente mete para nuestra salud. Ya lo dijo Hipócrates todas las enfermedades empiezan en el intestino. Vamos a centrarnos en uno de estos sistemas home estáticos, el sistema nervioso en nuestro, dicen si no tenemos más de cien millones de neuronas, por supuesto, bastantes más que en la médula espinal, pero también células debería que hoy se sabe que no solamente sirven para dar apoyo a las neuronas. Todo. Estas células constituyen un auténtico cerebro intestinal que por ello se ha llamado el segundo ERE Este sistema nervioso del intestino, el sistema nervioso perico, está conectado con el sistema nervioso central mediante fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo. Recordemos el simpático y el para simpático. Precisamente el nervio vago del para simpático es una auténtica autopista que lleva mediadores generados en el intestino a nuestra feria. De este modo, todo aquello que sucede en el tracto digestivo puede modificar el cerebro. Pero además, dada la bidireccionalidad de este eje intestinos cerebro, todo lo que nos sucede en el cerebro va a influir también en el intestino. Bueno, pues en este contexto tenemos que introducir a un nuevo participante, nuestra microbio ta intestinal, la cual se sabe que dialoga con los sistemas home estáticos del intestino desde el principio de nuestra vida. Y esto permite que estos sistemas son estáticos, se desarrollen y funcionen adecuadamente. Los mediadores de ese diálogo van a llegar por vía nerviosa y por vía sanguínea a todo el organismo y, por lo tanto, alférez. De hecho, el denominado Eje micro Idiota intestino cerebro es una auténtica red de interconexiones bidireccionales que nos han permitido comprender cómo esa microbio ta puede incidir en el funcionamiento cerebral y condicionar, por ejemplo, todos los aspectos de nuestra conducta, tanto los que tienen lugar a nivel individual como aquellos que nos hacen relacionarnos con los demás e incluso los que tienen que ver con la elección de pareja Por otra parte, procesos cerebrales como nuestros pensamientos, nuestras emociones, el manejo que tengamos del estrés largo, etcétera, pueden modificar nuestra microbio ta intestinal. Así, ese eje microbio de intestino cerebro se ha comprobado que está en la base del mantenimiento o no de nuestra salud y, de hecho, una desvios y sin destina El se ha visto que está asociada a más de cien patologías. Centrándonos en las que se ve involucrado el sistema nervioso, podemos citar la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar, el autismo, esquizofrenia, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, el Parkinson, entre muchas otras. Por todo lo dicho, es lógico pensar que la utilización de probióticos que depongan esa microbio ta intestinal alterada o que mejoren los sistemas home estáticos, como es el caso de los denominados si soviéticos que proporcionan un beneficio para la función cerebral, van a suponer una herramienta de gran utilidad en ese reto tan actual y tan necesario de conseguir una buena salud mental
Puede la microbio ta intestinal influir en nuestro cerebro Empezaremos por entender que el intestino se le denomina el segundo cerebro. Aunque nos parezca increíble. Nuestro intestino, al que durante muchos años se le ha considerado un órgano con la única misión de llevar a cabo la absorción de los alimentos, por otra parte, muy necesaria para nuestra nutrición y para la vida, hoy es considerado fundamental para muchas otras funciones. De entrada, debemos saber que en el intestino están nuestros sistemas o me gusta ticos, el nervioso, el endocrino y el inmunitario en una gran complejidad, los cuales van a permitir no sólo que mantengamos la homeostasis intestinal, sino también dada la conexión que tiene desde el intestino hasta el resto del organismo que resulten imprescindibles para nuestro. Me gusta CIS corporal y consecuente mete para nuestra salud. Ya lo dijo Hipócrates todas las enfermedades empiezan en el intestino. Vamos a centrarnos en uno de estos sistemas home estáticos, el sistema nervioso en nuestro, dicen si no tenemos más de cien millones de neuronas, por supuesto, bastantes más que en la médula espinal, pero también células debería que hoy se sabe que no solamente sirven para dar apoyo a las neuronas. Todo. Estas células constituyen un auténtico cerebro intestinal que por ello se ha llamado el segundo ERE Este sistema nervioso del intestino, el sistema nervioso perico, está conectado con el sistema nervioso central mediante fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo. Recordemos el simpático y el para simpático. Precisamente el nervio vago del para simpático es una auténtica autopista que lleva mediadores generados en el intestino a nuestra feria. De este modo, todo aquello que sucede en el tracto digestivo puede modificar el cerebro. Pero además, dada la bidireccionalidad de este eje intestinos cerebro, todo lo que nos sucede en el cerebro va a influir también en el intestino. Bueno, pues en este contexto tenemos que introducir a un nuevo participante, nuestra microbio ta intestinal, la cual se sabe que dialoga con los sistemas home estáticos del intestino desde el principio de nuestra vida. Y esto permite que estos sistemas son estáticos, se desarrollen y funcionen adecuadamente. Los mediadores de ese diálogo van a llegar por vía nerviosa y por vía sanguínea a todo el organismo y, por lo tanto, alférez. De hecho, el denominado Eje micro Idiota intestino cerebro es una auténtica red de interconexiones bidireccionales que nos han permitido comprender cómo esa microbio ta puede incidir en el funcionamiento cerebral y condicionar, por ejemplo, todos los aspectos de nuestra conducta, tanto los que tienen lugar a nivel individual como aquellos que nos hacen relacionarnos con los demás e incluso los que tienen que ver con la elección de pareja Por otra parte, procesos cerebrales como nuestros pensamientos, nuestras emociones, el manejo que tengamos del estrés largo, etcétera, pueden modificar nuestra microbio ta intestinal. Así, ese eje microbio de intestino cerebro se ha comprobado que está en la base del mantenimiento o no de nuestra salud y, de hecho, una desvios y sin destina El se ha visto que está asociada a más de cien patologías. Centrándonos en las que se ve involucrado el sistema nervioso, podemos citar la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar, el autismo, esquizofrenia, la esclerosis múltiple, el Alzheimer, el Parkinson, entre muchas otras. Por todo lo dicho, es lógico pensar que la utilización de probióticos que depongan esa microbio ta intestinal alterada o que mejoren los sistemas home estáticos, como es el caso de los denominados si soviéticos que proporcionan un beneficio para la función cerebral, van a suponer una herramienta de gran utilidad en ese reto tan actual y tan necesario de conseguir una buena salud mental