Proyecto MiPA - Actividad física y Esclerosis Múltiple
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para convivir mejor con la esclerosis múltiple. Hacer ejercicio es fundamental. Esta enfermedad, como sabes, puede afectar a tu movilidad, tu fuerza y tu estabilidad. Por eso, realizar actividad física regularmente puede ayudarte muchísimo a mejorar tu calidad de vida. Y es que el ejercicio ayuda a mejorar la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular, la flexibilidad y la coordinación. Esto es especialmente relevante para prevenir el deterioro físico y es la única forma de evitar parcial o totalmente la discapacidad. Además, no olvidemos que hacer ejercicio habitualmente puede tener efectos muy positivos en la función cognitiva y en tu salud mental, porque está demostrado que ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Vamos a ver qué ejercicios puedes realizar en tu día a día. Los ejercicios de resistencia anaeróbica ayudan a desarrollar y a fortalecer los músculos. Son especialmente buenos para mantener y desarrollar la fuerza muscular, que se traduce en una mejoría de la movilidad y la funcionalidad en el día a día. Aunque existen muchas modalidades adecuadas, solemos recomendar el trabajo físico específico en gimnasio, la natación, el yoga o pilates. No obstante, la mejor actividad es aquella en la que cada uno se siente a gusto y pueda mantener una disciplina a largo plazo. Los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, correr, ir en bicicleta o nadar, pueden mejorar. La resistencia cardiovascular y la capacidad pulmonar pueden ser buenas opciones si tienes fatiga asociada, ya que esto te podría dificultar la realización de actividades físicas moderadas o de alta intensidad. Los ejercicios de equilibrio y coordinación, como aquellos que se trabajan en yoga, pilates o taichi, pueden ayudar a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de caídas, que pueden ser un problema para algunas personas con esclerosis múltiple. Los estiramientos pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, lo cual es importante para prevenir la rigidez muscular y mejorar la movilidad. Hemos visto algunos ejercicios que te pueden ayudar mucho en tu día a día, pero recuerda que cada persona con esclerosis múltiple es única, por lo que antes de comenzar a realizar ejercicio conviene que consultes con tu médico de confianza y con un preparador físico que adapte la actividad física a tu condición actual. Espero que este vídeo te ha ayudado mucho. Nos vemos pronto
para convivir mejor con la esclerosis múltiple. Hacer ejercicio es fundamental. Esta enfermedad, como sabes, puede afectar a tu movilidad, tu fuerza y tu estabilidad. Por eso, realizar actividad física regularmente puede ayudarte muchísimo a mejorar tu calidad de vida. Y es que el ejercicio ayuda a mejorar la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular, la flexibilidad y la coordinación. Esto es especialmente relevante para prevenir el deterioro físico y es la única forma de evitar parcial o totalmente la discapacidad. Además, no olvidemos que hacer ejercicio habitualmente puede tener efectos muy positivos en la función cognitiva y en tu salud mental, porque está demostrado que ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Vamos a ver qué ejercicios puedes realizar en tu día a día. Los ejercicios de resistencia anaeróbica ayudan a desarrollar y a fortalecer los músculos. Son especialmente buenos para mantener y desarrollar la fuerza muscular, que se traduce en una mejoría de la movilidad y la funcionalidad en el día a día. Aunque existen muchas modalidades adecuadas, solemos recomendar el trabajo físico específico en gimnasio, la natación, el yoga o pilates. No obstante, la mejor actividad es aquella en la que cada uno se siente a gusto y pueda mantener una disciplina a largo plazo. Los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, correr, ir en bicicleta o nadar, pueden mejorar. La resistencia cardiovascular y la capacidad pulmonar pueden ser buenas opciones si tienes fatiga asociada, ya que esto te podría dificultar la realización de actividades físicas moderadas o de alta intensidad. Los ejercicios de equilibrio y coordinación, como aquellos que se trabajan en yoga, pilates o taichi, pueden ayudar a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de caídas, que pueden ser un problema para algunas personas con esclerosis múltiple. Los estiramientos pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, lo cual es importante para prevenir la rigidez muscular y mejorar la movilidad. Hemos visto algunos ejercicios que te pueden ayudar mucho en tu día a día, pero recuerda que cada persona con esclerosis múltiple es única, por lo que antes de comenzar a realizar ejercicio conviene que consultes con tu médico de confianza y con un preparador físico que adapte la actividad física a tu condición actual. Espero que este vídeo te ha ayudado mucho. Nos vemos pronto