La intervención quirúrgica es un proceso que genera mucha incertidumbre en los pacientes. Por esta razón, es fundamental que los profesionales médicos y sanitarios informen y aclaren todas las dudas antes y después de la operación. En este artículo, detallaremos cada una de las etapas del proceso de intervención oftalmológica, desde la consulta hasta el alta.
Consulta oftalmológica: la primera toma de contacto
En la consulta oftalmológica, el médico le informará al paciente acerca de la intervención quirúrgica que necesita y responderá a todas sus preguntas y dudas. Es importante que el paciente se sienta tranquilo y seguro en todo momento. Si el oftalmólogo considera necesario realizar la intervención, le dará una cita con el anestesiólogo, quien realizará una valoración preanestésica al paciente. Durante la consulta, el paciente debe preguntar todo lo que necesite saber para entender en qué consiste la operación.
Consulta de enfermería: preparación y cuidados previos
En la consulta de enfermería, el personal sanitario informará al paciente de todo lo que debe hacer antes de la intervención, desde los cuidados previos hasta la medicación que debe tomar en casa. Es fundamental que el paciente siga las indicaciones al pie de la letra y aclare cualquier duda que pueda surgir. Además, esta consulta sirve para poner al paciente en contacto con el personal de enfermería que lo atenderá posteriormente.
Día de la intervención: preparativos y aplicación de gotas
El día de la intervención, el paciente pasará por una sala en la que empezarán los preparativos. Es importante que informe al personal sanitario si ha sufrido fiebres o ha tomado alguna medicación diferente a la habitual en los últimos días. Después, le aplicarán las gotas necesarias para la intervención y podrá permanecer relajado mientras hacen efecto. Cuando el personal sanitario considere que está preparado, lo trasladarán al área quirúrgica en un quirófano especializado.
La intervención: rápida e indolora
En la mayoría de los casos, las intervenciones oftalmológicas son rápidas e indoloras. En general, el paciente no siente dolor ni percibe una sensación negativa del proceso quirúrgico. Durante la intervención, el personal sanitario revisará constantemente el estado del paciente para asegurarse de que todo está correcto.
Postoperatorio: cuidados y revisiones
Una vez finalizada la intervención, el paciente volverá a la unidad de cirugía mayor ambulatoria. El personal de enfermería revisará su estado oftalmológico y general de forma periódica mientras se recupera. Es importante que el paciente siga todas las pautas que se le indicaron durante la consulta de enfermería y las indicaciones del médico para el cuidado posoperatorio. Una vez reciba el alta, el médico le entregará un informe de alta y le indicará a qué revisiones debe acudir.
En conclusión
En resumen, la intervención oftalmológica es un proceso que requiere información y atención constante al paciente. Desde la consulta hasta el alta, es fundamental que el personal sanitario brinde una atención personalizada y aclare todas las dudas que puedan surgir en el proceso.