La alergia primaveral es bastante frecuente
La alergia primaveral es una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunitario ante el polen de las plantas, una sustancia que, normalmente, no provocaría ningún tipo de reacción en la mayoría de las personas.
El organismo de las personas con este tipo de alergia estacional no reconoce esa sustancia y reacciona de forma intensa produciendo sustancias que son las responsables de la sintomatología.
En España, son las gramíneas, con más de 12000 especies, las responsables de la mayoría de la alergia primaveral, seguidas de la familia de las oleáceas, con el olivo como principal responsable.
Síntomas de la alergia primaveral
La alergia primaveral afecta principalmente a la nariz, los ojos, la garganta e, incluso, los pulmones, por lo que los síntomas suelen ser:
Picor en nariz, garganta, paladar y ojos
Conjuntivitis
Estornudos, congestión nasal y rinorrea
E incluso asma con pitidos, tos y dificultad respiratoria
Tratamiento de la alergia primaveral
El tratamiento farmacológico va encaminado a disminuir la molesta sintomatología y principalmente serán:
Antihistamínicos orales y también en forma de colirio para tratar la sintomatología, en este caso, ocular
Corticoides empleados por vía nasal, aunque también podemos usar descongestivos nasales simpaticomiméticos o agua de mar
En caso de asma, se administrarán inhaladores con corticoides y broncodilatadores.
Además del tratamiento sintomático, también está la estrategia inmunoterápica, es decir, vacunas con las que se persigue que la sintomatología no sea tan exacerbada cuando llegue la primavera.
¿Cómo prevenir la alergia estacional?
En el caso de la alergia primaveral, la prevención va a resultar fundamental. Algunas recomendaciones que podemos proporcionar desde la farmacia son:
Evitar en lo posible realizar actividades al aire libre en las horas de emisión y descenso de los pólenes, sobre todo entre las 5 y las 10 de la mañana y entre las 7 y las 10 de la tarde/noche.
Mantener las ventanas cerradas durante el día y ventilar por la noche. En el coche, mantener igualmente las ventanillas cerraras y mantener los filtros de polen en buen estado.
Realizar un correcto mantenimiento de los filtros del aire acondicionado.
No secar la ropa en el exterior para evitar que el polen se pose sobre ella.
Proteger los ojos usando gafas de sol.
Revisar los recuentos de los pólenes a los que somos alérgicos. Existen numerosas páginas web que ofrecen esta información.
En el caso de utilizar medicación, ya sea con prescripción médica o bien de indicación farmacéutica, consulta a tu farmacéutico. Algunos antihistamínicos pueden provocar somnolencia o, en el caso de los descongestivos simpaticomiméticos, con su uso continuado puede producirse congestión de rebote, agravando el problema.