Existen varios biosimilares en cáncer
La llegada de los medicamentos biológicos ha supuesto un hito sin precedentes en el tratamiento del cáncer. Por lo tanto, la aparición de los biosimilares en cáncer es una buena noticia, ya que hace más accesibles estos tratamientos con los mismos resultados en salud. Existen actualmente numerosos tipos de cáncer en los que se utilizan los biosimilares, como son:
Los medicamentos biosimilares que se usan para el tratamiento del cáncer son los anticuerpos monoclonales bevacizumab, rituximab y trastuzumab.
Bevacizumab, al administrarse, se une al factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). ¿Para qué hace esto? Para evitar que se formen vasos sanguíneos nuevos en los tumores que favorecerían el crecimiento de los tumores.
La función de rituximab es unirse a una proteína que se llama CD20, y se encuentra en las células B (un tipo de glóbulo blanco) y en algunos tipos de células cancerosas. Su trabajo es ayudar al sistema inmunitario a destruir células cancerosas.
Trastuzumab se une a una proteína del cuerpo, llamada factor de crecimiento epidérmico humano 2 (HER2) y ayuda también al sistema inmunitario a combatir los tumores, evitando que las células cancerosas se dividan y crezcan.
Los tres biosimilares se administran principalmente por vía intravenosa, por lo que tendrás que acudir al hospital para que la enfermera pueda administrártelo.
¿Para qué sirven los biosimilares en cáncer?
El cáncer o enfermedad oncológica se produce por un crecimiento muy elevado de células anormales en nuestro cuerpo, que se llaman células malignas o cancerosas. Se estima que solo en 2022, en España, se ha diagnosticado con distintos tipos de cáncer a más de 280.000 personas, por lo que disponer de las mejores opciones terapéuticas para todos los pacientes que lo necesitan es prioritario.
Los biosimilares también se usan en pacientes con cáncer para:
Contrarrestar los efectos secundarios de los procesos cancerosos, como la anemia, con la ayuda de las epoetinas. Las epoetinas alfa y beta son formas de eritropoyetina, sustancias que los riñones elaboran de manera natural. Su función es estimular la eritropoyesis, es decir, favorecer que el paciente tenga más glóbulos rojos. Este medicamento se administra por vía subcutánea.
Disminuir o minimizar la neutropenia debida a los tratamientos quimioterápicos, como el filgrastim y el pegfilgrastim. Ambos favorecen que haya más glóbulos blancos en la sangre de los pacientes. Estos fármacos se administran por vía intravenosa y subcutánea.
Cómo administrar y conservar los biosimilares en cáncer
Recuerda que los medicamentos subcutáneos puedes administrártelos tú mismo en tu domicilio. Hay dos tipos de dispositivos: las jeringas y las plumas precargadas. Cada dispositivo tiene unas instrucciones de aplicación específicas, por lo que es importante que un profesional sanitario te enseñe cómo administrártelo tú mismo o alguien de tu entorno.
Además, otro aspecto muy importante a tener en cuenta es que los medicamentos subcutáneos tienen unas condiciones especiales de conservación. En concreto, han de estar en la nevera (entre 2 ºC y 8 ºC). Es importante que el medicamento no se congele y se preserve de la luz hasta el momento de su utilización para mantener intactas sus propiedades.
Cuando vayas a administrártelo, recuerda que es muy importante atemperar el medicamento el tiempo que indica el prospecto antes de utilizarlo.
Cuando viajes, debes mantener la cadena de frío de tu medicamento para lo que es necesario que lleves una nevera portátil que mantenga la temperatura entre 2 ºC y 8 ºC. Así se puede asegurar que el medicamento conserva sus propiedades y producirá el efecto terapéutico deseado en tu organismo.