Biosimilares: una esperanza para pacientes con Crohn y colitis ulcerosa
Las enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, afectan a miles de personas, causando síntomas como diarrea, dolor abdominal y sangrado rectal. El tratamiento con medicamentos biológicos ha supuesto un gran avance, pero su alto coste limita el acceso a muchos pacientes.
Los biosimilares, como adalimumab e infliximab, ofrecen una alternativa más accesible sin comprometer la eficacia. Estos medicamentos actúan neutralizando el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), una proteína clave en el proceso inflamatorio.
¿Cómo funcionan adalimumab e infliximab?
Tanto adalimumab como infliximab pertenecen a la familia de los anticuerpos monoclonales, que son proteínas diseñadas para reconocer y unirse a una diana específica en el organismo. En este caso, la diana es el TNF-α.
Al unirse al TNF-α, estos biosimilares impiden que la proteína se una a sus receptores en las células del sistema inmunitario. De esta manera, se bloquea la cascada inflamatoria, lo que reduce la inflamación y los síntomas asociados.
Administración y conservación
Infliximab puede administrarse por vía intravenosa en el hospital o por vía subcutánea en casa. Adalimumab se administra únicamente por vía subcutánea.
Es fundamental conservar estos medicamentos en la nevera entre 2°C y 8°C para garantizar su eficacia. Además, se deben seguir las instrucciones del prospecto para su correcta administración.
Consejos para pacientes
Consulta con tu médico para determinar si el tratamiento con biosimilares es adecuado para ti.
Aprende a administrarte el medicamento correctamente y asegúrate de tener un plan para obtener las recetas y el medicamento a tiempo.
Informa a tu médico sobre cualquier efecto secundario que experimentes.
Mantén una buena comunicación con tu equipo médico para optimizar el tratamiento.