¿Qué es el boca, manos, pie?
El boca, mano, pie es una infección típica de las guarderías infantiles que es producida por un virus, como el 90 % de las infecciones que los niños pasarán en esta etapa: durante los primeros años de escolarización (con entre uno y dos años de edad, normalmente).
¿Qué síntomas da? Puede empezar como un pequeño catarro, con algo de moco y con un poquito de fiebre que va subiendo a lo largo del segundo o tercer día. De repente, empiezan a salir una especie de ampollitas alrededor de la boca, en la palma de la mano, en la planta de los pies y alrededor del ano (esto ya no lo incluyeron para no mencionar ciertas partes en el nombre). También puede salir alguna ampolla más diseminada por el resto del cuerpo, pero se acumulan, sobre todo, en esas localizaciones.
Como en toda la infección, es típica de la infancia baja. Se suele decir que, cuando los niños pasan el boca, manos, pie de mayores lo encuentran muchísimo más molesto. Y, de hecho, cuando se pasa como adulto, se pasa bastante mal. ¿Y qué es lo que hace que sea tan molesto? Pues que las mismas llagas que están saliendo alrededor de la boca también salen dentro, tanto en la boca como en la garganta y a lo largo del intestino.
Por esta razón se produce el síntoma más llamativo: el niño no quiere comer absolutamente nada, babea mucho y, aparte de la fiebre, también puede tener algo de moquito.
Tratamiento del boca, manos, pie
Lo cierto es que no existe ningún tratamiento del boca, manos, pie que elimine este virus ni que acorte la duración de la infección. Como todas las infecciones virales, se extiende hasta que el cuerpo del niño detecta el virus, produce anticuerpos y lo elimina.
Con lo cual, tenemos que centrarnos en intentar eliminar las molestias del niño hasta que se produce ese proceso natural de inmunización. ¿Qué le podemos dar?
Ibuprofeno y metamizol. Son dos medicamentos que tienen efecto tanto para bajar la fiebre como para calmar el dolor, especialmente cuando tienen inflamación, como es en el caso de estas lesiones.
Paracetamol. Podemos utilizarlo también para bajar la fiebre. Para calmar el dolor, es mucho menos efectivo en las lesiones con inflamación, pero podemos usarlo de manera alterna con los anteriores cuando sube mucho la fiebre.
A veces, también se pueden aplicar algunas cremas o algunos espráis que favorecen que las llagas duelan un poquito menos y que se curen un poquitín antes.
También podemos evitar alimentos que estén calientes, salados o ácidos porque son irritantes para las heridas (producen dolor).
En casos en los que el niño lo pasa tan mal comiendo que llega incluso a no tragar nada, incluido el agua, pueden llegar, en algunos casos, a deshidratarse. Entonces se ingresan en el hospital para poder ponerles un tratamiento que impida que se deshidraten.
Efectos a largo plazo del boca, mano, pie
Otra de las cosas llamativas de esta infección es que, a veces, pasan un mes, dos meses, tres meses y, de repente, al niño se le empieza a levantar la uña desde la raíz y acaba cayéndose. Es un efecto típico del boca, mano, pie, pero la uña nueva acaba saliendo y cubriendo otra vez todo el espacio.
Esto es porque, en el momento en el que se produjo la infección, el virus afectó a la raíz de la uña, se interrumpió el crecimiento y hubo una fase en la cual esa uña estaba destrozada, por lo que se termina cayendo.
Si esto le pasa a algún niño un tiempo después de hacer tenido boca, mano, pie, es un efecto tardío de ese virus.