Si has notado que la caca de tu bebé o tu niño es blanca en lugar de tener otros colores como verde o marrón, es posible que te hayas preguntado si esto podría indicar un problema de salud. Al buscar información en Internet, es común encontrar afirmaciones que vinculan la caca blanca con trastornos del hígado. ¿Pero de dónde proviene esta afirmación?
En que casos se produce caca blanca en un niño o bebé
Cuando un niño presenta caca blanca, significa que hay una baja cantidad de bilis presente en las heces. La bilis es una secreción producida por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas y le da color a las heces. Normalmente, la bilis es de color verde oscuro o verde espinaca cuando se degrada, adquiere un tono amarillo o marrón. Sin embargo, cuando la caca no tiene color, indica una ausencia de bilis.
Esta falta de bilis puede ocurrir debido a un bloqueo en el flujo de bilis desde el hígado hacia el intestino. Aunque este bloqueo puede no generar molestias abdominales, puede afectar el funcionamiento adecuado de uno de los órganos más importantes del cuerpo. Esto puede manifestarse con síntomas como dolor abdominal en la parte superior, pérdida de apetito, tendencia a vomitar y, sobre todo, una acumulación de bilis en otras partes del cuerpo, como los ojos, lo cual se nota cuando la parte blanca de los ojos se vuelve amarilla.
Qué otros síntomas acompañan a la caca blanca y que hacer.
Si observas que tu hijo tiene malestar abdominal, intolerancia alimentaria evidente, vómitos y un tono amarillento en los ojos, es probable que la presencia de caca blanca esté indicando un problema en el flujo de bilis desde el hígado. En estos casos, se recomienda realizar pruebas médicas para identificar la causa subyacente.
Caca blanca en niños y bebés debida a la dieta
Sin embargo, es importante destacar que este tipo de situación no es la más común. En la mayoría de los casos, la caca blanca en los niños se debe a una dieta rica en carbohidratos de fácil absorción pero pobre en grasas. La bilis se produce principalmente para digerir las grasas, y el cuerpo tiene un mecanismo para evitar hacer cosas innecesarias. Por lo tanto, si la estimulación de grasas en la comida es baja, se limitará la producción de bilis, lo que resultará en una menor pigmentación de las heces.
En resumen, es habitual que los niños tengan una caca blanca con una ligera pigmentación amarillenta o incluso marrón cuando su dieta es pobre en grasas. Si la caca no tiene tono amarillo y no hay molestias abdominales, no hay motivo de preocupación.
Agradecimiento y suscripción al canal
Agradezco enormemente todos los comentarios que añaden a cada uno de mis vídeos, ya que enriquecen con sus experiencias lo que puedo aportar. Si deseas agradecerme aún más, simplemente visualiza el vídeo o accede al canal de pediatría pulsa "Me gusta" en el vídeo de youtube. Recuerda que esto ayuda a que el video se posicione mejor y llegue a más personas. Si no quieres perderte ninguno de los vídeos del Doctor Jesús Garrido simplemente suscríbete al canal.