La cefuroxima es un antibiótico del grupo de las cefalosporinas. Está indicada para el tratamiento de faringitis, sinusitis, otitis e infecciones de orina o de piel, entre otras. En definitiva, sirve para tratar una amplia variedad de infecciones, siempre que se demuestre que la bacteria causante es sensible a su efecto.
Actúa inhibiendo la síntesis de la pared celular bacteriana, lo que produce destrucción bacteriana y su muerte. Al igual que cualquier otro antibiótico, no tiene ningún efecto frente a infecciones causadas por virus, como gripe, resfriado, COVID-19 o la mayoría de las infecciones de garganta. También se han descrito casos importantes de bacterias resistentes a su efecto.
Cómo tomar cefuroxima
La cefuroxima está disponible en el mercado en forma de comprimidos y sobres por vía oral, suspensión oral, y como inyectables intravenosos e intramusculares. La dosis y la duración del tratamiento dependen de la localización de la infección, de su gravedad y de la presentación del medicamento. Deben ser definidas por el médico. Por ejemplo:
Para adultos, en el tratamiento de las infecciones de orina se pueden administrar dos comprimidos de 250 mg al día, durante 7 días seguidos. Para otras infecciones, como una otitis, se pueden administrar comprimidos de 500 mg cada 12 horas durante 7 días seguidos.
En niños, la dosis y la duración del tratamiento dependen del peso del niño, de la localización de la infección y de su gravedad.
Es recomendable tomar cefuroxima después de las comidas, ya que mejora su absorción y ayudará a que el tratamiento sea más efectivo.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas más frecuentes en tratamientos sistémicos con cefuroxima son:
Infecciones por hongos
Dolor de cabeza
Incremento transitorio de las transaminasas
Alteraciones gastrointestinales que, por lo general, son de duración limitada y remiten espontáneamente. En caso de diarrea intensa o de varios días de duración tras su empleo, hay que consultar al médico. No deben emplearse antidiarreicos sin que éste lo recomiende.
El mayor riesgo de cefuroxima se debe al mal uso y al abuso que hacemos de los antibióticos. Pueden aparecer resistencias que provoquen que deje de ser eficaz. Para combatir este problema, el Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos, ha creado un grupo de expertos. Es el formado en el marco del Plan Nacional de la Resistencia a Antibióticos (PRAN), en el que participa el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Entre las principales recomendaciones, es fundamental no usar cefuroxima sin receta médica. Un antibiótico que te fue útil la última vez no tiene por qué serlo ahora. Además, es importante tomar o administrar el antibiótico a las horas y durante el periodo de tiempo que te haya indicado el médico. Y finalmente, se debe desechar el tratamiento sobrante en el punto SIGRE de la farmacia.
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