El chupete es un objeto que acompaña a los bebés desde que nacen, les reduce el estrés e incluso hace que les duela menos la boca cuando les empiezan a salir los dientes, pero ¿es bueno que el bebé use el chupete o puede traer consecuencias negativas para su desarrollo? De la mano del odontólogo Iván Malagón te ofrecemos cuatro claves para usar bien el chupete y no poner en riesgo la salud bucodental de tu bebé.
Nunca usar el chupete más allá de los 3 años
Como normal general hay que tener en cuenta que, a pesar de sus beneficios analgésicos, si se prolonga su uso a partir de los 3 años puede provocar deformaciones a nivel del esqueleto.
Primero lactancia materna, luego chupete
En cuanto a cuándo debemos ofrecerle por primera vez el chupete al bebé el Malagón lo tiene claro: «Mi recomendación es que el bebé no use el chupete hasta pasados unos días desde su nacimiento porque le va a costar un poco más la lactancia materna, ya que para ellos va a ser más fácil chupar la tetina del chupete que el pezón de la madre, con lo cual lo mejor es esperar a que el bebé esté habituado al pecho de la madre, es decir, a la lactancia materna».
No usar el chupete más de 6 horas al día
Sabemos ya cuando colocar el chupete por primera vez y cuando quitarlo definitivamente, ahora la cuestión es cuánto tiempo puede usar un bebé el chupete sin que le traiga consecuencias negativas para su salud. La respuesta aquí también es clara, nunca más de 6 horas al día. «Si un niño usa más de 6 horas al día el chupete lo que está provocando es una succión que hace que se activen una serie de músculos a nivel facial y que compriman un poco la boca, haciéndola más estrecha, de forma que los dientes de arriba se van para delante y los de abajo para atrás provocando que el paladar sea muy estrecho. Esta situación que provoca que el maxilar del niño se estreche conlleva también que el caudal de aire que entra por la nariz sea menor con lo cual el niño respirará peor porque su paladar no se está desarrollando adecuadamente», explica el especialista.
Nada de mojar el chupete en azúcar
Otro problema derivado del uso del chupete tiene que ver con una práctica muy común entre abuelas, se trata de mojar el chupete en azúcar y ofrecérselo al niño para que deje de llorar, Iván Malagón señala que «esto no debe hacerse ya que el azúcar se descompone y puede provocar lo que se conoce como la caries del biberón o la caries del chupete».
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