No lo estás haciendo mal: todos los niños tienen rabietas. Descubre las claves de cómo actuar para que los niños se porten bien y aprendan a comportarse.
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PediatríaNo lo estás haciendo mal: todos los niños tienen rabietas. Descubre las claves de cómo actuar para que los niños se porten bien y aprendan a comportarse.
¿Qué hago si mi hijo tiene rabietas? Es una pregunta que muchos padres se hacen. Tranquilos, no lo están haciendo mal: todos los niños tienen rabietas.
A pesar de la rabieta, es importante que el niño sepa que sus padres le quieren. «Es inevitable que, en torno al año o dos años de vida, los niños empiecen a hacer rabietas», asegura el Dr. Jesús Garrido (Mi Pediatra Online), que explica que las rabietas infantiles son conductas instintivas que se fueron afianzando socialmente como mecanismo para obtener resultados.
Sin embargo, hoy en día, esta forma de conducta ya no funciona para convivir en sociedad. Al contrario, las rabietas no están bien vistas actualmente. Por tanto, los padres deberán trabajar para eliminarlas, evitando así que el niño desarrolle problemas de adaptación a posteriori.
La clave en la educación es entender que el resultado nunca es inmediato. Las rabietas infantiles podrán tardar meses o incluso años en desaparecer, pero lo harán si se ponen esfuerzos para ello. El Dr. Garrido expone en el vídeo algunas situaciones tipo, a modo de ejemplo sobre cómo actuar:
En primer lugar, existen situaciones en las que la rabieta es previsible y evitable. Por ejemplo, si llevamos a nuestro hijo a una juguetería para comprar un regalo para un amigo, es previsible que tenga una rabieta al no entender por qué él no recibe un regalo también. En estos casos, las alternativas para evitar la rabieta son: no llevar al niño a la tienda o comprarle algo a él también.
En segundo lugar, hay situaciones en las que es posible ceder antes de llegar a la rabieta. Por ejemplo, si el niño empieza a pedir el móvil insistentemente, una solución puede ser dejárselo durante 5 minutos, explicándole que después deberá devolverlo. «Ceder después de la rabieta será peor, porque verá que el sistema funciona y en el futuro repetirá sus actos para conseguir lo que quiere», indica el Dr. Garrido.
Por último, cuando ya se ha producido la rabieta, no conviene intentar explicar ni convencer al niño porque no estará receptivo a la comunicación. Es mejor esperar a que el pico de furia pase. «Entonces buscará el contacto, momento que sí es bueno para coger al niño en brazos y explicarle por qué no se le ha podido consentir aquello que le originó la rabieta», recomienda el pediatra.
De acuerdo con el Dr. Garrido, al niño tiene que quedarle claro que el amor de sus padres es incondicional, que lo que ha pedido le perjudica y que todas las formas de pedir las cosas son válidas. De esta forma, las rabietas irán desapareciendo progresivamente.
Cuando un niño empieza a hacer rabieta, uno lo hacen con un año, año y poco. Otros lo hacen en torno a los dos años, la mayoría de los padres pensamos lo estoy haciendo fatal. En que fallado para que mi hijo responda de esta manera haciendo esta crisis, que es que no hay forma de hablar con el que no hay forma de razonar con él y que Melilla las que Melilla en cualquier sitio. Pues voy a dar una buena noticia. Todo, incluso los niños mejor educados de este planeta, incluido tú, incluido yo. Todos hemos hecho rabietas, Estas conductas son simplemente parte del catálogo de lo que podemos hacer de forma instintiva y que toda la especie humana está preparada para hacer. A lo largo de nuestra historia ha habido ciertas formas de actuar que han funcionado en cierta organizaciones sociales y entonces se han ido promocionando y se han ido heredando de forma instintiva. Si pensamos, por ejemplo, en la etapa en la que no había mucha comida y había diez niños y cinco podían comer y los otros cinco se van a morir de hambre, Cuál sobrevivía, pues ERC hacia la rabieta. El que no chilla. No, mamá, ese dicho tan antiguo era una realidad en esa sociedad, esa forma de conductas han ido afianzando generación tras generación y ha llegado un momento en el que a nosotros no nos gustan porque en nuestra sociedad ya no son una ventaja, ya no funcionan. Cuando nosotros educamos a un niño lo que hacemos precisamente de todo el catálogo de conductas instintivas de las que disponemos de forma genética, le decimos Está funcionando esta no funcionan y hacemos que las que le van a servir para adaptarse a la sociedad se promocione, acaben eliminándose aquellas que pueden generar el de un problema de adaptación en el tema de la rabieta. Qué pasa si yo, por ejemplo, me planteo que quiero un coche de alta gama y hago una rabieta delante del concesionario porque me quedo sin coche, no funciona. Por lo tanto, yo quiero que esa forma de pedir las cosas la sustituya por otra que sea más factible, que funciona mejor en la sociedad. Cuando un niño, por ejemplo, deja de hacer rabieta y empieza a ser zalamero o empieza a ser capaz de argumentar las razones por las que quiere las cosas. A nosotros. Si nos gusta porque son dos mecanismos que funcionan mejor en nuestra sociedad. Así que lo que tienes que tener claro es que todos hacen rabieta y que lo único que tenemos que hacer, que nuestra forma de actuar le lleve poco a poco abandonar esa conducta. Y te digo poco a poco, porque la clave en la educación es que el resultado nunca es inmediato, aunque hagan las cosas perfectas. Va a tardar meses o años en que se vea el resultado, pero se va a acabar bien En el tema de la rabieta yo suelo ponerte ejemplos que son siempre los mismos, porque creo que son bastante claro. Hay situaciones que sabemos que nos pueden llevar a una rabieta, pero que son previsible y evitable. Por ejemplo, voy a llevar a mi hijo de tres añitos al cumpleaños de su primo y le voy a comprar un regalo a su primo, pero a él lo voy a llevar a la tienda de juguetes, pero no pienso comprarle nada. Quien es el que tiene tres años, Tu hijo, tu, si lo lleva le va a comprar algo o si no te va a liar la rabieta entonces o no lo lleva o le compra algo decir piensa. La opción es viable y si piensas la adopción, es viable evitar la rabieta. Segunda situación. Llegamos ya al cumpleaños del primito y está jugando con los demás niños y de repente llega, Se acerca a mí y me dice que quiere jugar con el móvil. Entonces yo pienso de forma razonable que el niño, que siempre está solo, es hijo único y que puede jugar con otros niños. Una tontería que esté aquí enganchado al móvil, que lo que tiene que hacer es jugar con los otros niños. Entonces le digo no, no te dejo el móvil. Y el niño, pues yo quiero un movil, no? Pues yo, pero el móvil no ves que va directo hacia la rabieta y tú diciéndole que no y que no y que no. Y llega un momento que te hace la rabieta y entonces ya cambiar de opinión, ve que los demás parece están mirando de forma extraña, como diciendo Fíjate este niño lo malcriado que está porque hace rabieta, cosa que también el mío y entonces Fede y la edad del móvil después de la rabieta. Si lo que te está pidiendo a tu hijo. En caso de que llegue a la rabieta, vas a Federer. Cede antes de llegar a la rabieta, una salida honrosa. En este caso hubiera sido que le hubieran dicho Venga, te dejo cinco minutitos con el móvil, pero después te diría que jugar con los demás niños mejor que ceder después de cada la rabieta. Lo que le está diciendo este sistema funciona. La próxima vez que te diga que no, ya sabes que tienes que hacer nueva rabieta. Y luego está la tercera situación que que pasa si en lugar de pedirme el móvil lo que me pide quiero el cuchillo para ir a jugar con mi primo A los gladiadores le puede dar un cuchillo de cocina para que juegue con los primo, no claramente, algo que le perjudica y hay que toca, Pues le rabieta, morir, rabieta y toca aguantar. Tienes que decir que no, porque lo que te está pidiendo claramente le perjudica y entonces él puede llorar. Puede patalear, puede revolcarse por el suelo. Si tú, en esa etapa en la que el niño está haciendo su crisis, tú intenta intervenir y explicarle por qué no le puedes dar el cuchillo. Y así no se piden las cosas, el niño no te va a hacer ni caso. Tú piensa que tu está enfadado con alguien y en el momento que estás con el máximo de enfado llegue a los British. Dice Nada, tranquilo, que te voy a explicar por qué no lleva razón Te cabrean más todavía. Entonces, en esa fase de la que está con el enfado máximo, no intenté convencerle de nada No intenté explicarle nada porque en ese momento no es receptivo a la comunicación Pero Las rabietas son autolimitado, pueden durar más o menos, pero todas acaban del mismo modo. Y es que el niño pasa de la rabieta de repente Cuando hace ese gesto, quiere decir ya ha cedido la rabieta y buscó el contacto. Y entonces, en ese momento, yo lo que te recomiendo es que inmediatamente si de hacer que a él lo abracé y mientras lo abraza le diga no te puedo dar el cuchillo porque hace pupa. Y si me piden las cosas así no te la voy a dar. Pero yo te quiero mucho. Quiero que quede claro que el cariño que le tiene de incondicional, pero que lo que te ha pedido no se lo puedes dar porque le perjudica y que esta no es la forma de pedir las cosas. Pero algún mensaje lo más claro y concreto posible de absurdo que luego este durante toda la tarde recordándole al niño porque no le ha dado el cuchillo y hay que ver la que me ha liado en la fiesta. Eso es absurdo. Si tu afecto tiene las tres situaciones de forma bien definida y actuar de forma adecuada en cada una de esas situaciones. Ten claro que la rabieta van a desaparecer, pero no lo van a hacer miedo. Y mañana