¿Estás planeando un viaje internacional?
Al realizar un viaje internacional, cobra una especial importancia la planificación de todos los aspectos relacionados con el cuidado habitual de la salud, debido a que el acceso a la asistencia sanitaria puede ser una tarea compleja, especialmente fuera de la Unión Europea o cuando se viaja a países con enfermedades endémicas que no existen o son muy poco comunes en España.
En relación a la vacunación, ante un viaje internacional es recomendable acudir a un Centro de Vacunación Internacional con tiempo suficiente (al menos, 1 mes), donde se ofrece información de manera individualizada y se administran, dependiendo del país de destino, las vacunas obligatorias y, en su caso, recomendadas.
Algunas de estas vacunas no son dispensables en farmacia comunitaria, como la de la encefalitis centroeuropea, la de la fiebre amarilla, la de la rabia o la de la poliomielitis, por lo que para poder vacunarse frente a estas enfermedades es requisito imprescindible acudir a un Centro de Vacunación Internacional.
Vacunas antes de hacer un viaje internacional
Hay vacunas que sí se pueden adquirir, con la pertinente receta médica, en las farmacias comunitarias. Entre ellas están la del cólera, la de la fiebre tifoidea o la de la hepatitis A.
Es recomendable revisar el calendario vacunal para asegurarnos de que hemos recibido la pauta completa de las vacunas incluidas en este calendario, como la triple vírica, la de la hepatitis B o la del meningococo. En caso contrario, se recomienda consultar con el médico la conveniencia de la vacunación.
Como hemos comentado anteriormente, además de a los Centros de Vacunación Internacional, los viajeros también pueden acudir a la farmacia comunitaria para recibir información y adquirir las vacunas prescritas.
Consulta a tu farmacéutico si vas a hacer un viaje internacional
El farmacéutico desempeña una importante labor de salud pública concienciando sobre la importancia de la vacunación a la población general, y de forma especial a quienes vayan a viajar al extranjero en las fechas más habituales (como las vacaciones de verano), y sobre el uso responsable de estos medicamentos.
En muchos casos, las vacunas deben conservarse en frío, motivo por el cual los farmacéuticos comunitarios realizan controles diarios de la temperatura del frigorífico de la farmacia para garantizar el mantenimiento de la cadena de frío. Además, también aconsejan a los viajeros sobre el modo adecuado de conservación hasta que la vacuna vaya a ser administrada.