Antibióticos y probióticos: ¿Cuándo y por qué tomarlos juntos?
Tomar antibióticos es fundamental para combatir las infecciones bacterianas. Sin embargo, estos medicamentos pueden afectar la flora intestinal, compuesta por bacterias beneficiosas que mantienen el equilibrio de nuestro sistema digestivo. Esta alteración puede provocar efectos secundarios como diarrea, malestar estomacal e incluso aumentar el riesgo de infecciones futuras.
Aquí es donde entran en juego los probióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, al ser ingeridos en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud. Su consumo durante y después del tratamiento con antibióticos ayuda a repoblar la flora intestinal, reduciendo así el riesgo de efectos secundarios y promoviendo una recuperación más rápida.
Beneficios de tomar probióticos con antibióticos:
Previenen y reducen la diarrea asociada a antibióticos.
Restauran el equilibrio de la flora intestinal.
Fortalecen el sistema inmunológico.
Mejoran la absorción de nutrientes.
¿Cuándo tomar probióticos con antibióticos?
Lo ideal es comenzar a tomar probióticos junto con el antibiótico, y continuar su consumo durante al menos dos semanas después de finalizar el tratamiento. Es importante consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis y el tipo de probiótico más adecuado para cada caso.
En resumen, combinar antibióticos con probióticos es una estrategia efectiva para proteger la salud intestinal durante y después de una infección. Recuerda siempre consultar con tu médico antes de iniciar cualquier tratamiento.