¿Deben los niños dormir solos o pueden hacer colecho con los padres? ¿Hasta qué edad? Existe un amplio debate en torno al tema. ¡Dale al play!
Existe un amplio debate en torno a si el niño debe aprender a dormir solo o puede hacer colecho con los padres. Sin embargo, tal como apunta el **Dr. Jesús Garrido (Mi Pediatra Online) **en el vídeo, «todos empezamos haciendo colecho porque cualquier bebé con un mes de vida se duerme solo en brazos de quien le alimenta». Con el tiempo, el niño irá desarrollando rituales que le permitirán dormir de forma independiente.
Para el pediatra, la clave para entender la necesidad de hacer colecho con los padres es que se trata de un proceso en el que unos niños aprenden a dormir solos antes y otros más tarde.
En torno a los 3-4 meses, casi todos los bebés son capaces de dormir con una sola toma de leche o incluso sin tomas durante la noche.
De los 4-6 meses, se entiende que el bebé haga colecho porque está acostumbrado a dormir en brazos de sus padres, una vez ha cubierto sus necesidades de alimentación.
Sin embargo, a partir de los 5-7 meses, el cerebro empieza a madurar y los ciclos de sueño del bebé empiezan a estar bien definidos, de manera similar a como duermen los adultos:
Un primer ciclo de sueño más profundo y más largo de entre 3 y 5 horas.
Ciclos de sueño menos profundos y más cortos, con despertares prácticamente cada hora, en los que pide alimentarse. Sin embargo, el bebé no pide comer como forma de alimentarse, sino porque está acostumbrado a quedarse dormido mientras come y no sabe hacerlo de otro modo.
Para evitar que el niño se despierte cada hora, algunos padres optan por el colecho. Esta es una opción válida cuando los movimientos del bebé en la cama no interrumpen el descanso de sus padres. «Por ejemplo, hay madres a las que no les importa dormir a pecho descubierto, de modo que cuando el niño quiere tomar pueda acercarse sin ocasionar molestias a su progenitora», explica el Dr. Garrido.
El pediatra incide, sin embargo, en que el colecho no es tan buena elección si los ruidos, movimientos o tomas del bebé interrumpen el sueño de los padres más a menudo que sus despertares cada hora. «En estos casos, la calidad del sueño se reduce a cero», apunta. Una situación negativa para los padres… y para el niño, ya que el bienestar del bebé depende de que sus padres se encuentren descansados y bien.
La alternativa al colecho más difundida es dejar al bebé en su cuna, en su cuarto, y enseñarle a dormir sin llorar. Esto es posible. Para ello, el Dr. Garrido recomienda seguir los siguientes pasos:
Acostar al bebé en su cuarto, cuando tenga sueño. Y solo cuando tenga sueño, porque, si no, conseguiremos que se active, justo el efecto contrario.
Aplicar el ritual de sueño que resulte más fácil al niño. Por ejemplo, colocarlo en el pecho o darle el chupete hasta que esté tranquilo. En este punto, probar a separar al niño del pecho o a retirarle el chupete; después, colocarlo sobre la cuna… Poco a poco, el bebé se irá durmiendo. Eso sí: es imprescindible hacer este proceso completo sin que el niño llore. Si en alguno de los puntos, arranca a llorar, se debe retroceder al estadio anterior. «Si dejamos al niño llorando, lo que conseguiremos es que el niño asocie su dormitorio con un lugar donde estar desprotegido y esto no facilitará precisamente que se duerma, sino que se active», explica el pediatra.
El Dr. Garrido asegura que con esta técnica, desde la primera noche, el número de despertares del bebé bajará de 6-8 a 1-2 como mucho. Una vez el niño sabe dormirse solo, si se despierta a las 3 de la mañana, se deben asumir otros motivos:
Tiene hambre.
Ha tenido una pesadilla.
Necesita afecto o se siente solo.
Al cubrir esa necesidad, el niño se dormirá en seguida. En estos casos, no importa que el bebé duerma en el pecho o con el chupete. «Una vez el niño ya sabe dormirse solo, a lo largo de la noche, se puede utilizar el ritual que resulte más fácil para que el niño se duerma lo antes posible y el progenitor pueda volver a su cama a descansar», concluye el doctor.
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si hay una discusión hoy en día en torno a temas de crianza, la más furibunda está centrada en cuanto a la controversia de si lo mejor para los niños de dormir con los padres porque aprendan a dormir solo. Ahí tenemos grandes defensores por un lado y grandes defensores por el otro Yo. En esta lucha digo lo siguiente todos empezamos haciendo colecho absolutamente todos, porque cualquier bebé con un mes se duerme en brazos de quien le alimenta, con lo cual hace colecho. Es capaz de dormirse única y exclusivamente en compañía de quien la alimenta. Y todos vamos a acabar durmiendo solos. Todos vamos a acabar desarrollando rituales que nos permitan hacerlo de forma independiente. Entonces, a que viene tanta lucha? Es todo un proceso en el cual unos niños van más rápido de ramas de espacio, pues la clave está en que no hemos hecho tan defensor a ultranza de una de los modelos del otro, de los modelos que generamos problemas, problemas que eran evitables y entendemos las cosas y vemos cuando de verdad merece la pena intervenir. Si un niño empieza al principio haciendo colecho. Es normal que cuando llega a cierta edad sea capaz de dormirse solamente con la ayuda de sus padres. Y eso solo ocurriendo no los cuatro, cinco, seis meses Casi todos los niños al principio, cuando nacen, se despiertan para comer de día y de noche, casi con el mismo ritmo. Pero poco a poco, en cuanto va teniendo cubiertas sus necesidades de alimentación, empiezan a espaciar las tomas de la noche de forma instintiva y poco a poco llega la noche buena en la cual el niño es capaz de dormir con una sola toma o incluso sin ninguna. Esto solo pasa en torno a los tres o cuatro meses. Y entonces, cuando los padres están muy contentos porque cree que lo están haciendo genial, llegan los cinco, seis, siete meses y esto cambie, se derrumba. Y es porque el cerebro está madurando y ha pasado de ser un cerebro tan simple que cuando estaban cubiertas sus necesidades se dormía. Hacer un cerebro en el que ya para pasar de estar despierto a estas dormido tengo un camino concreto, que es un ritual que ha ido formando poco a poco, que es en brazos de mi padre, de mi madre mientras me alimenta y en el momento que me sació, me quedo dormido y eso es un ritual. Es un circuito que hay en mi cerebro que hace que la forma en la que yo llevo ya están despierta, Estás dormido sea esa y que hacerlo de otra forma diferente cada vez me resulta más difícil. Y coincide además con la edad en la que los niños empiezan a tener ya unos ciclos de sueño bien definido, similar a los del adulto, que suelen ser con un primer ciclo de sueño más profundo y más largo de entre tres y cinco horas. Si el niño se acuesta, por ejemplo, a nueve suele dormir del tirón hasta aproximadamente la una a las dos de la mañana y a partir de ahí despertares prácticamente cada hora, porque ya tenemos ciclos de sueño más cortos y menos profundo. Y entonces un niño que dormía despertándose para alimentarse una vez la noche o ninguna, de repente empieza a despertarse, sobre todo en la segunda parte de la noche, prácticamente cada hora. Y cuando se despierta qué es lo que quiere? Lo que quiere es que le alimentemos y en cuanto lo hacemos se duerme. Cuando pasa esto. Muchos se plantean que niños que está pasando hambre y que la solución es muy sencilla que le dé una papilla de cereales por la noche. Entonces verás que bien te duerme y algunos padres lo prueban. Y el resultado es que no, que no funciona, porque el problema es que no está comiendo como forma de alimentarse. Está comiendo como parte de su ritual de sueño. No sabe dormirse de otra manera. Y cada vez que sale de uno de esos ciclos de sueño y quiero entrar en el siguiente, la única necesidad que tiene es dormir, pero no sabe el azar. Los ciclos del sueño de forma independiente Hay niños que ese cambio lo han hecho de forma espontánea y son los niños que con esa edad sigan durmiendo toda la noche del tirón. Cuando esto ocurre, los padres de forma espontánea sobre en buscar una de las dos siguientes soluciones Una me llevó al niño a la cama y duermo con el. Es lo que llamamos colecho Estoy gente que son defensores a ultranza, como si fuera la quintaesencia del tomate. Y hay otras que son acérrimos atacantes contra esto, porque dicen que una forma de malcriar a los niños la realidad es que el colegio ha sido la forma normal de dormir de la especie humana durante prácticamente toda su historia, pero también a entender que hay que le funciona y quién no. Hay padres que tienen un sueño tipo tronco de encina y tener un bebé moviéndose en la cama no le supone ningún problema y descansan toda la noche sin ningún problema. Por ejemplo, madres que están dando el pecho y el ritual de sueño de su hijo es precisamente tomar el pecho y que no les importa dormir a pecho descubierto. Y el niño, cuando tiene hambre, se acerca. Toma el pecho y si la pregunta a la mañana siguiente. La madre no tiene ni idea de un número de veces que se ha acogido al pecho, pero ha descansado perfectamente. Cuando estoy así el colecho, bienvenido sea una solución fantástica y funciona, Pero esto no funciona del cien por cien de la madre. Cada día más tenemos problemas de sueño de cada vez más gente que tiene un sueño ligero que con cualquier ruido, con cualquier movimiento, se interrumpe y luego te cuesta volver otra vez a conciliarlo. Y el resultado es que cuando tiene un bebé durmiendo al lado. No te despierta a las cinco o seis veces que se despierte y pide el pecho para dormirse un biberón, sino que te despierta cada vez que se mueve o hace un ruidito. Y cuando eso así puedes tener treinta cuarenta, despertar en una noche colocó a la calidad de sueño, se reduce a cero. Hay gente que se plantea bueno, pero el niño duerme bien. Si él duerme bien a pues entonces yo me sacrifico. Pero es que en ese sacrificio del niño afectado, porque si tú tienes una relación íntima con tu hijo, en la cual la festividad de tu hijo depende de como éste es tu ten claro que si tú estás mal, tu hijo va a estar mal. La cuestión es que cuando les planteamos esto, dicen sí, pero es que la alternativa y la alternativa más difundida es dejarlo dormir en su cuna, en su cuarto. Y esa alternativa a la mayoría de los padres no estamos dispuesto y el día porque lo pasa mal el niño y lo pasamos mal nosotros y creemos que una barbaridad hacer eso Pero. Y si te dijera que puedes conseguir que tu hijo duerma solo en su cuna, en su cuarto y sin llorar Cuando esto se lo digo a los padres de la consulta y están descansando mal, haciendo colecho. La mayoría de ellos Ahora el ojo como plato y me dicen Cómo. Yo voy a aguantar el tema. No tiene tanta historia. Lo primero que tenemos que tener claro es que esto tenemos que hacerlo fuera de nuestro dormitorio. Si yo intento hacer esto en mi dormitorio no va a funcionar porque aunque consiga que el bebé aprenda a dormirse, sólo lo que hemos hecho es poner una herramienta más en su caja de herramientas. Tiene una que es la que lleva utilizando desde siempre, que le permite dormirse con ayuda y ahora va a tener una nueva que le permite dormirse solo cualquiera y que va a utilizar si tienes la posibilidad de escoger entre las dos, la de siempre Con la nueva Por, la de siempre. Con lo cual, si tenéis al niño durmiendo a vuestro lado, aunque aprenda a dormirse solo, no va a acoger esa herramienta. Prácticamente nunca iba a seguir teniéndolo. Despertar exactamente igual. Para qué pasa si eso lo conseguimos fuera de nuestro dormitorio? Pues que el niño le resultaba fácil utilizar la herramienta nueva que recurría a la de siempre y ya la tiene y sabe utilizarla. Y de forma espontánea empieza a utilizar la de la primera noche que dispone de ella Cómo conseguimos que la tenga El paso del siguiente en su cuarto, como decía cuando él tenga sueño. Absurdo que no metamos en el dormitorio con un niño antes de que tenga sueño, porque lo que vas a activarse, no dormirse. Pues si yo veo que tiene sueño lo llevó al dormitorio Muchas veces pasa que creo que si lo llevo y se activa, pues me he equivocado al salón y cuando dentro de un rato lo vea que de verdad tiene sueño, lo vuelvo a llevar y si se vuelve a activar me he equivocado a salón. Y así hasta que en una de las veces, cuando lo llevó hacia el dormitorio, ya no se activa, no se resiste y hay que hacemos en el dormitorio el ritual de sueño que le resulte más fácil al niño. Por ejemplo, el que toma el pecho lo pongo el pecho, pero tengo que utilizar ese ritual para llevarlo hasta la puerta del sueño. Tiene que cruzar la él solo y lo tiene que hacer sin que yo le ayude ya nada a cruzar. La primer paso está en el pecho. Ya está tranquilo. Pues voy a intentar separarlo del pecho. Si consigo que está en brazos y en el pecho en la boca y el niño se queda tranquilo. Esto vale igual si lo que utiliza un biberón o si lo que utiliza un chupe. Tengo que quitarle el pecho, el vivero, el chupe, mantenerlo en brazo. Puedo seguir hablándole, acariciándole, pero ya sin ese instrumento que me permitía que conciliar el sueño mientras lo tenía en la boca. Si Veo que sigue tranquilo, que no se enfada porque si se enfada lo vuelvo a poner el pecho, le vuelva a dar el biberón o les vuelvo a poner el chupe. Una vez que está tranquilo, Vuelvo a quitárselo. Si Veo que se queda tranquilo, separado de mi. Entonces prueba echarlo en la cuna. Se enfada. Vuelvo al primer paso. Otra vez al pecho, al biberón, al chupe hasta que se tranquilice. Consiguió separar. Lo sigue tranquilo, consiguió echar la vacuna. Sigue tranquilo. Cada intento que hacemos. El niño está un poco más agotado un poco más, un poco más hasta que llega un momento que le resulta más fácil moverse un poco en la cuna y hacer el cierto movimiento que le permiten conciliar el sueño. Qué enfadarse. Y el paso final lo tiene que hacer el solo Y como digo, si por ejemplo tiene chupe, tiene que hacer cine chupe porque sino quién le va a poner el chupe a las tres de la mañana a las cuatro de la mañana a las cinco de la mañana, si conseguimos que llegue con este proceso sin que llore, porque si llora y yo lo dejo llorando a cinco minutos y luego diez minutos, lo que va a conseguir que el niño piense que su dormitorio de un sitio donde lo vamos a abandonar, un sitio donde se va a sentir desprotegido y por tanto no va a facilitar precisamente que se duerma, sino que se active. Entonces, si conseguimos este proceso sin que llore, lo que hemos hecho es que hemos abierto un circuito en su cerebro que le permite pasar de estar despierto. Estas dormido ese paso final, hacerlo él solo, sin nuestra ayuda y desde la primera noche que lo conseguimos vamos, es que el número de Despertares baja de seis siete ocho despertares a uno o ninguno en algunos casos. Dos. Que pasa cuando el niño me llama, por ejemplo, a las tres de la mañana. Y quiere que yo le ayude? Pues que yo asumo que si el niño ya sabe dormirse, sólo es que tiene que haber alguna otra necesidad que no está cubierta, como por ejemplo, que en esas y tenga hambre o que haya tenido una pesadilla o que quiera afecto o que quiera que lo coja, simplemente porque se siente solo cuando nosotros vamos y cubrimos esa necesidad. Niños se duerme enseguida y lo que tenemos que hacer, cubrirla. Y da igual en esta ocasión a la todas las cinco de la mañana. Que el niño se duerma en el pecho, que se duerma tomando el biberón. Ese problema con el chupe en la boca, porque esos rituales siguen ahí. Lo que queremos utilizar cada uno de ellos en el momento que nos resulte más útil para que descansemos todo lo mejor posible. A primera hora de la noche tengo que conseguir que se va al mar sólo, pero a lo largo de la noche utilizó el ritual que resulte más fácil para que el niño se duerma lo antes posible y yo vuelvo a mi cama a descansar.
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