La dermatitis seborreica es una alteración de la piel muy común, crónica y eritroescamosa, es decir, que provoca que se formen escamas en nuestra piel.
La dermatitis seborreica suele tener presencia, sobre todo, en aquellas zonas de nuestro cuerpo con mayor concentración de glándulas sebáceas, como puede ser el cuero cabelludo, las partes laterales de la nariz, los párpados, detrás de las orejas o la zona media del tórax.
En el caso de la dermatitis seborreica en el cuero cabelludo, la primera recomendación es acudir al dermatólogo para que nos proporcione un diagnóstico preciso. Por ello, desde la farmacia contamos con protocolos y criterios de derivación al médico especialista en la piel ante cualquier aparición de signos y síntomas de dermatitis seborreica.
Contar con un diagnóstico correcto es fundamental para poder emplear el tratamiento más adecuado y descartar otras enfermedades de la piel que presentan síntomas parecidos.
En cuanto al tratamiento de la dermatitis seborreica en el cuero cabelludo podemos distinguir dos abordajes:
En los casos LEVES de dermatitis seborreica, se podrá lavar el cuero cabelludo y el cabello cada 2 o 3 días con un champú que contenga alguno de los siguientes ingredientes, dejando transcurrir unos 10 minutos antes de aclararlo:
Sulfuro de selenio
Piritiona de zinc
Dipiritiona de magnesio
Piroctona olamina
Bifonazol
Flutrimazol
Ketoconazol
Sertaconazol
Ciclopirox olamina
También cobran importancia y protagonismo productos con activos que reequilibran el microbioma de la piel ayudando a restablecer su equilibrio y espaciando la aparición de los brotes.
En los casos de dermatitis seborreica de carácter moderado y graves, se pueden utilizar los mismos tratamientos antes citados combinándolos si fuera preciso con:
Tratamientos a base de corticoides tópicos (cremas o lociones).
Champús y lociones queratolíticos, es decir, que ayudan a despegar las escamas de piel. Uno de los más empleados en esta categoría son el ácido acetilsalicílico, la urea o los alfa hidroxiácidos.
Como recomendaciones finales, podríamos destacar dos:
Eliminar los productos para el cabello que contengan alcohol
Evitar rascarnos en la zona afectada, sobre todo, por el daño que ocasionamos sobre nuestra piel y por el aumento de una posible infección.
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