Ejercicio físico y diabetes: consejos y recomendaciones
No hay razón alguna por la que las personas con diabetes no puedan hacer ejercicio físico, siempre que tengan en cuenta algunas precauciones. ¡Descúbrelas!
Ejercicio físico y diabetes: consejos y recomendaciones
No hay razón alguna por la que las personas con diabetes no puedan hacer ejercicio físico, siempre que tengan en cuenta algunas precauciones. ¡Descúbrelas!
Diabetes y ejercicio físico: una combinación saludable
Es un error pensar que las personas con diabetes no pueden realizar ejercicio físico. De hecho, la actividad física regular es un pilar fundamental en el manejo de esta condición.
Beneficios del ejercicio en personas con diabetes:
Mejora el control glucémico: El ejercicio ayuda a que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficiente, lo que se traduce en una mejor regulación de los niveles de glucosa en sangre.
Reduce el riesgo de complicaciones: La actividad física regular disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad, hipertensión arterial y otros problemas de salud asociados a la diabetes.
Mejora la salud cardiovascular: Fortalece el corazón, reduce la presión arterial y mejora la circulación sanguínea.
Aumenta la sensibilidad a la insulina: El ejercicio hace que las células respondan mejor a la insulina, lo que facilita la entrada de glucosa en las células.
Mejora el bienestar general: El ejercicio físico regular reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta la energía y promueve un sueño reparador.
Precauciones a tener en cuenta:
Es fundamental que las personas con diabetes consulten con su médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicio. El profesional de la salud podrá indicar el tipo de actividad física más adecuada, la intensidad y la duración, teniendo en cuenta el tipo de diabetes, el tratamiento farmacológico y el estado de salud general.
Recomendaciones para una práctica segura:
Controlar la glucosa antes, durante y después del ejercicio: Esto ayudará a prevenir hipoglucemias y a ajustar la alimentación o la medicación si es necesario.
Llevar siempre consigo una fuente de glucosa de acción rápida: En caso de presentar una hipoglucemia durante o después del ejercicio.
Mantenerse hidratado: Beber agua antes, durante y después de la actividad física.
Elegir ropa y calzado adecuados: Que permitan una correcta transpiración y eviten rozaduras o lesiones.
Comenzar de forma gradual: Aumentar la intensidad y la duración del ejercicio de forma progresiva.
Escuchar al cuerpo: Descansar cuando sea necesario y no forzar al cuerpo si se siente dolor o malestar.
En resumen, la actividad física regular es un componente esencial en el manejo de la diabetes. Siempre bajo la supervisión médica y tomando las precauciones necesarias, el ejercicio puede aportar grandes beneficios para la salud física y mental de las personas con diabetes.