A menudo los niños se quejan de dolor, pero... ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo saber si algo les duele de verdad?
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PediatríaA menudo los niños se quejan de dolor, pero... ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo saber si algo les duele de verdad?
El dolor en los niños es una de las principales causas de consulta médica y una preocupación constante para los padres. Es fundamental entender que el dolor es un mecanismo de defensa natural del cuerpo que nos alerta sobre la presencia de una lesión o enfermedad.
Los niños, al igual que los adultos, experimentan dolor por diversas razones. Puede ser un síntoma pasajero debido a un golpe, una caída o una infección leve. Sin embargo, también puede ser un signo de alerta de un problema de salud subyacente que requiere atención médica.
En el caso de los niños más pequeños, que aún no han desarrollado completamente el lenguaje, puede resultar más difícil identificar la presencia de dolor. Por ello, es importante que los padres estén atentos a cambios en su comportamiento, como irritabilidad, llanto inconsolable, falta de apetito o alteraciones del sueño.
Si bien la mayoría de las veces el dolor en los niños no reviste gravedad, existen ciertos signos que deben ponernos en alerta y llevarnos a consultar con un profesional médico. Algunos de estos signos son:
Dolor intenso que no cede con analgésicos comunes.
Dolor que se acompaña de fiebre alta, vómitos persistentes o alteraciones del estado de consciencia.
Dolor que limita la actividad normal del niño, impidiéndole jugar, caminar o realizar sus actividades cotidianas.
Dolor que se localiza en zonas específicas del cuerpo, como la cabeza, el pecho o el abdomen, y que se acompaña de otros síntomas como rigidez de nuca, dificultad para respirar o palidez.
Es importante destacar que el dolor nunca debe ser ignorado, especialmente en los niños. Un adecuado manejo del dolor no solo mejora la calidad de vida del niño, sino que también puede favorecer su recuperación en caso de enfermedad o lesión.
El tratamiento del dolor en niños debe ser individualizado y adaptado a la edad, el peso, el tipo de dolor y la causa subyacente. En algunos casos, medidas generales como la aplicación de calor local, el reposo o la administración de analgésicos de venta libre pueden ser suficientes. Sin embargo, en otras situaciones, puede ser necesario recurrir a tratamientos farmacológicos más específicos o incluso a intervenciones quirúrgicas.
Es fundamental que los padres consulten siempre con un profesional médico antes de administrar cualquier medicamento a un niño, ya que la automedicación puede ser peligrosa.
El niño con dolor El cuando le duele en realidad, lo que nos está dando una alarma tenemos distribuidos por todo el cuerpo, nervio que pueden sentir el dolor para que nos sirven, para avisando de cuando hay algo que está generando un daño. Sería bueno no tener dolor. Eso le pasa alguna persona. Lo diabético llega un momento que se van alterando su nervio y pierden la sensibilidad del dolor. Y eso es un problema importante porque empiezan a tener pequeña herida que se pueden infectar. Y cuando por fin detectamos que algo va mal, ya está muy avanzado. Por lo tanto, el dolor sólo debe de tratarse cuando ya sabemos cuál es la causa Un ejemplo de esto sería el niño al que le duele la barriga, un niño de ocho años que empieza con un dolor continuo e intenso de abdomen, lo que puede tener muchas cosas, pero una de ellas de una apendicitis. Y en el caso de la apendicitis y damos algo que calme, el dolor va a ceder. Pero lo mismo que va a hacer que sigan pasando la hora. Sigue empeorando el problema y no pongamos ningún tipo de solución. Por lo tanto, el dolor se trata sólo cuando tenemos clara cuál es la causa para evitar que el niño sufra, como sabemos, si de verdad a un niño le duele o no le duele, porque es muy frecuente también que los padres aparezca en la consulta porque el niño no para de quejarse, por ejemplo, de que le dolía la cabeza o de que le duele la barriga. Pero lleva así semana y en realidad no manifiesta ninguno. Lo siento. Lo que tenemos que pensar es que a lo largo del día Todos tenemos pequeñas molestias que el niño no, no está engañando a la mayoría de las veces. Ocurre que cuando empieza a tener sensaciones de dolor y es consciente de ella, simplemente nos lo tramite. Lo único que nos está diciendo que me duele en este momento, pero muchas veces a fuerza de ser repetitivo, lo padre pensamos que pueda ser grave. Cómo diferenciamos lo que lo es de lo que no lo vea. Si yo tengo un dolor que viene y va y no me impide hacer mi vida normal, sea un dolor de cabeza, un dolor de barriga con dolor de garganta. Quiere decir que lo que tengo en realidad más grave Si Encontramos al niño postrado, quejándose del dolor, posiblemente la causa, si es de verdad muy importante que tenemos que tratar. Cuando vamos a tratar el dolor Muchas veces nos encontramos con que parece que tuviera incluso mala idea, porque siempre duele más de noche. Es que no quieren que no cuando vamos, que podamos descansar. Pero eso también tiene su explicación. El propio cuerpo produce una serie de antiinflamatorios Sólo, corticoides y eso se produce con un horario que está muy definido. A primera hora de la mañana sube y luego a lo largo del día van bajando lentamente y cuando tenemos menos corticoides en el cuerpo de precisamente de noche. Por eso es más frecuente que duran de noche. Lo he oído. Quedó la barriga que duela, Lo tien- te. Eso tenemos que saberlo. Y si el niño está bien durante el día y sólo manifiesta Álvaro por la noche, impide dormir. Podemos usar tratamiento para vivirlo. Tengo que entender que los niños pequeños hacen caca. Con mucha frecuencia hace encarga prácticamente líquida, pero no hay mucha cantidad. La diarrea, hacer muchas veces mucha cantidad líquida