Efectos no deseados de los cosméticos: ¿qué debo hacer?
Aunque todos los productos cosméticos pasan por estrictos controles de calidad, en algunos casos pueden producir una reacción adversa. ¿Qué pasa entonces?
Jabones, champús, lociones, cremas, maquillaje, dentífricos, desodorantes, tintes para el cabello, esmaltes de uñas, protectores solares... Todos estos productos, antes de salir al mercado, deben cumplir con todos los requisitos establecidos en la legislación y ser seguros para la población.
No obstante, ninguno de ellos está exento de producir reacciones adversas para la salud, como puede ser una alergia o una irritación. Esto es lo que se conoce como efecto no deseado.
¿Qué es la Cosmetovigilancia?
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es el organismo encargado de recibir, registrar, evaluar y hacer seguimiento de los efectos no deseados producidos por los productos cosméticos a través del Sistema Español de Cosmetovigilancia.
Este sistema analiza la naturaleza y la frecuencia de aparición de estos efectos no deseados para poder tomar las medidas necesarias para prevenir su aparición, reducir su incidencia y, en definitiva, proteger la salud de la población.
¿Quién debe notificar los efectos no deseados de los cosméticos?
Los responsables y distribuidores de productos cosméticos, así como los profesionales sanitarios, tienen la obligación de notificar los efectos no deseados graves. También deben hacerlo los profesionales que usan cosméticos en su ámbito laboral, como peluqueros o esteticistas.
Es importante destacar que cualquier persona puede notificar de forma voluntaria cualquier efecto no deseado que haya identificado.
¿Cómo notificar un efecto no deseado?
Notificar un efecto no deseado es rápido y sencillo, y se puede hacer a través de un formulario electrónico disponible en el portal NotificaCS.
Recuerda: si notas algún efecto adverso producido por un producto cosmético, no dudes en consultar con tu farmacéutico o con tu médico de cabecera.