Jabones, champús, lociones, cremas, maquillaje, dentífricos, desodorantes, tintes para el cabello, esmaltes de uñas, protectores solares... Todo estos productos, antes de salir al mercado, deben cumplir con todos los requisitos establecidos en la legislación y ser seguros para la población.
No obstante, ninguno de ellos está exento de producir reacciones adversas para la salud, como puede ser una alergia o una irritación. Es lo que conocemos como efecto no deseado.
Qué pasa si un cosmético produce un efecto no deseado
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios es el organismo encargado de recibir, registrar, evaluar y hacer seguimiento de los efectos no deseados producidos por los productos cosméticos.
A través del Sistema Español de Cosmetovigilancia se analiza la naturaleza y la frecuencia de aparición de estos efectos no deseados para poder tomar las medidas necesarias para prevenir su aparición, reducir su incidencia y, en definitiva, proteger la salud de la población.
Pero ¿quién notifica y cómo se notifican los efectos no deseados asociados al uso de un cosmético?
Notificación de los efectos no deseados causados por un cosmético
Por un lado, los responsables y distribuidores de productos cosméticos, así como los profesionales sanitarios, tenemos la obligación de notificar los efectos no deseados graves. También deben hacerlo los profesionales que usan cosméticos en su ámbito laboral, como por ejemplo en una peluquería o un centro de estética.
Debes saber que cualquier persona puede notificar de forma voluntaria cualquier efecto no deseado que haya identificado.
Notificar es rápido y sencillo y se puede hacer a través de un formulario electrónico disponible en el portal NotificaCS.
Consulta con un profesional
Recuerda: si notas algún efecto adverso producido por un producto cosmético, no dudes en consultar con tu farmacéutico de confianza o con tu médico de cabecera.