Las enfermedades autoinmunes surgen cuando el sistema inmunitario se desvía de su función fundamental de respetar los antígenos propios, activándose contra moléculas, células y tejidos del propio organismo.
A pesar de varias hipótesis, aún no se comprenden completamente los mecanismos que conducen a su aparición. Estas alteraciones inmunológicas son claramente el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales que actúan en conjunto, predisponiendo a individuos susceptibles.
¿La microbiota influye en el desarrollo de enfermedades autoinmunes?
En este contexto, la microbiota ha emergido como un factor ambiental relevante en estas patologías. Desempeña un papel esencial en el desarrollo y la homeostasis del sistema inmunitario de un individuo.
Cambios en su composición pueden propiciar el desarrollo de enfermedades autoinmunes, ya que la microbiota tiene influencia en el desarrollo adecuado del sistema inmunitario, sugiriendo que la pérdida de tolerancia podría relacionarse con alteraciones en su composición.
Alteraciones en la microbiota: ¿causa o Consecuencia de las enfermedades autoinmunes?
Se ha observado la presencia de disbiosis en enfermedades autoinmunes específicas, como la diabetes mellitus tipo uno** y el lupus eritematoso sistémico. **Sin embargo, aún no queda claro si estas alteraciones son la causa subyacente o una consecuencia de la enfermedad. Este conocimiento plantea la intrigante posibilidad de que la manipulación de la microbiota, mediante el uso de probióticos, prebióticos o incluso trasplantes fecales, podría revertir el desarrollo de estas patologías.
El futuro del abordaje de las enfermedades autoinmunes
La comprensión en constante evolución de la interacción entre la microbiota y el sistema inmunitario ofrece nuevas perspectivas para abordar las enfermedades autoinmunes.
Investigaciones actuales buscan identificar específicamente cómo la composición bacteriana puede modular la respuesta inmunológica y, por ende, el desarrollo de estas patologías. Este conocimiento podría allanar el camino para estrategias terapéuticas innovadoras, centrándose en mantener un equilibrio saludable en la microbiota para prevenir o revertir las enfermedades autoinmunes en individuos predispuestos.