Los humidificadores son dispositivos que aumentan la humedad en el aire de una habitación. Pueden ser útiles en climas secos, durante el invierno ya que los sistemas de calefacción resecan el aire, o en verano pues el aire acondicionado también puede resecar el ambiente. La humedad ambiental debe estar comprendida entre un 30 – 50 %. Cifras por debajo, pero también por encima, pueden ser perjudiciales para la salud.
Un ambiente seco puede producir sequedad de piel y mucosas, irritación ocular y de las vías respiratorias y también cefaleas.
Existen dos tipos principales de humidificadores: de vapor caliente y de vapor frio. Los primeros, calientan agua para producir vapor. Dado que utilizan una fuente de calor son especialmente útiles en ambientes secos y fríos. Hay que tener precaución al manipularlos para evitar quemaduras. Los humidificadores de vapor frío funcionan a través de ultrasonidos, son silenciosos y no aumentan la temperatura ambiente.
Beneficios del uso de humificadores
Los humificadores tienen una serie de beneficios:
Alivian la sequedad nasal y la irritación de garganta, manteniendo las membranas mucosas hidratadas.
Mejoran la calidad del aire reduciendo la concentración de partículas en suspensión como polvo y alérgenos.
Mejoran síntomas del** resfriado**** y **la gripe. Como, por ejemplo, la tos seca o favoreciendo la eliminación del exceso de mucosidad.
Pueden ayudar a mantener la piel suave e hidratada.
Se pueden utilizar con aceites esenciales como romero, eucalipto o lavanda, por ejemplo, ofreciendo así beneficios adicionales como la fluidificación de las secreciones respiratorias o ayudar a conciliar el sueño.
Recomendaciones en el uso de humificadores
Además de seguir las recomendaciones del fabricante, para usar correctamente el humidificador existen una serie de consejos que hay que tener en cuenta. Es recomendable vaciar y secar el humidificador al final del día para evitar el crecimiento microbiano en el agua sobrante.
Hay que tener presente que una limpieza inadecuada puede favorecer el crecimiento de moho, bacterias y ácaros en el dispositivo que acabarían dispersándose en el ambiente. Se debe utilizar agua limpia, preferiblemente filtrada o destilada. Es recomendable activar la difusión durante un máximo de 10 a 15 minutos cada hora o el tiempo necesario para mantener los niveles de humedad ambiental entre el 40 -50 %