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Es posible eliminar grasa sin cirugía de manera definitiva? La respuesta es sí. Efectivamente, hoy en día podemos eliminar esos a cúmulos de grasa localizada que no se van por más que hagamos dieta o ejercicio. Y es que, de hecho, se trata de uno de los motivos más frecuentes de consulta en el ámbito de la medicina estética el sedentarismo El, abandono de hábitos de alimentación saludable, entre otros factores, pueden ser responsables de la aparición de depósitos de grasa no deseables en determinadas zonas del cuerpo Afortunadamente existen diferentes técnicas no quirúrgicas cuyo objetivo es disolver esos excesos de grasa Pero. La más eficaz de todas son los ultrasonidos focalizados que con su efecto mecánico consiguen destruir la célula grasa y eliminarla posteriormente por vía renal. Como ocurre de manera natural, Cuando perdemos peso haciendo dieta. Se trata de un tratamiento totalmente indoloro. El paciente lo único que puede notar es calor Un calor perfectamente tolerable, por lo que no precisa ningún tipo de anestesia. Cabe destacar que la grasa que se elimina no se vuelve a recuperar y son suficientes pocas sesiones para conseguir resultados verdaderamente sorprendentes. Esta técnica está especialmente indicada para aquellas personas sin sobrepeso excesivo que deseen moldear su figura y lograr una mayor definición. Es importante tener en cuenta que este tratamiento elimina la grasa extra visceral o subcutánea. Coloquialmente hablando, la grasa que se puede pellizcar pero no elimina la grasa visceral, es decir, la que se encuentra rodeando los órganos, por lo que en los casos en que coexistan ambos tipos, el tratamiento deberá ir acompañado de una dieta personalizada. Las áreas que se pueden tratar son la grasa de las cartucheras o caderas, el abdomen, la espalda, los brazos u otras zonas de la silueta corporal donde haya exceso de grasa. Con la peculiaridad de que en ningún caso es preciso entrar en el quirófano, frecuentemente combinamos este tipo de tratamiento con radiofrecuencia para tensar y Red en sí ficar los tejidos, lo cual hace que la piel se adapte mucho mejor a la reducción de volumen. Al proporcionar una mayor retracción cutánea en los casos más rebeldes se pueden asociar estos ultrasonidos con sesiones de entrar hipoterapia, que consiste en la infiltración de principios, activos y políticos que potencien el resultado final. Estamos ante un procedimiento que no requiere periodo de baja posterior, por lo que inmediatamente después de la sesión, el paciente puede continuar con su vida habitual. Normalmente, en cuanto a expectativas, se puede llegar a conseguir una reducción de hasta un veinte por ciento de la capa grasa de media, unos tres y medio o cuatro centímetros de contorno de la zona tratada. Estudios clínicos demuestran un alto grado de satisfacción, ya que el ochenta y tres por ciento de los pacientes tratados con ultrasonidos observan una reducción importante de volumen tras la primera sesión.
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