En otro de nuestros vídeos te hemos explicado en qué consiste el reflujo ácido en el bebé. Ahora, te contamos cómo ha de ser la evolución y el tratamiento.
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El reflujo ácido en bebés es un problema frecuente que se produce cuando el contenido del estómago del bebé vuelve a subir al esófago, causando irritación y molestias. En este artículo, profundizaremos en cómo evoluciona esta condición y las opciones de tratamiento disponibles.
Identificar los síntomas del reflujo ácido en bebés es crucial para un diagnóstico temprano. Algunos de los signos más comunes incluyen:
Interrupción de las tomas: El bebé puede llorar o dejar de succionar durante la alimentación debido a la sensación de ardor en el esófago.
Arqueo del cuerpo: El bebé puede arquear la espalda y el cuello en un intento de aliviar el malestar.
Despertares nocturnos: El reflujo puede causar molestias durante el sueño, provocando que el bebé se despierte llorando.
Muecas faciales: El bebé puede hacer gestos como si tuviera asco debido al sabor amargo del ácido estomacal.
Tragar continuamente: El bebé puede tragar saliva con frecuencia para intentar aliviar la irritación en el esófago.
El tratamiento del reflujo ácido en bebés generalmente se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del bebé. El pediatra puede recomendar:
Medicamentos para reducir la producción de ácido estomacal: Estos medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones, ayudan a disminuir la cantidad de ácido producido en el estómago.
Cambios en la alimentación: En algunos casos, ajustar la frecuencia y la cantidad de las tomas puede ayudar a reducir los síntomas del reflujo. También se puede recomendar espesar la leche materna o la fórmula con cereales para bebés.
Posición vertical después de las comidas: Mantener al bebé en posición vertical durante al menos 30 minutos después de la alimentación puede ayudar a evitar que el contenido del estómago vuelva a subir.
La buena noticia es que la mayoría de los bebés superan el reflujo ácido a medida que crecen y su sistema digestivo madura. Con el tratamiento adecuado, la mejoría suele notarse entre los 3 y 10 días de iniciado el mismo.
Es importante seguir las indicaciones del pediatra y no suspender la medicación sin su consentimiento, incluso si los síntomas parecen haber desaparecido. En algunos casos, el reflujo puede reaparecer si el bebé aumenta de peso rápidamente o durante los cambios de estación, especialmente en primavera y otoño.
Se ha observado que los problemas estomacales, incluido el reflujo ácido, tienden a empeorar en primavera y otoño. Esto se debe a que los cambios de estación pueden afectar los patrones de sueño del bebé. La producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, está influenciada por la luz solar. Durante los cambios de estación, la hora de dormir del bebé puede no coincidir con la puesta de sol, lo que puede provocar un sueño menos reparador y un aumento del estrés. El estrés, a su vez, puede aumentar la producción de ácido estomacal, empeorando los síntomas del reflujo.
Si tu bebé sufre de reflujo ácido, es importante que consultes con su pediatra para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Además, estos consejos pueden ayudar a aliviar los síntomas:
Alimenta a tu bebé en un ambiente tranquilo y relajado.
Evita acostar al bebé inmediatamente después de la toma.
Eleva la cabecera de la cuna del bebé ligeramente.
Observa si algún alimento específico parece empeorar los síntomas del reflujo.
Recuerda que cada bebé es diferente y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La paciencia, la observación y la comunicación constante con el pediatra son fundamentales para ayudar a tu bebé a superar el reflujo ácido y disfrutar de una buena salud digestiva.
Evolución del reflujo ácido en bebés. Ya explicamos en otro vídeo en qué consistía el reflujo ha sido Básicamente es que los niños, al principio cuando nacen, no producen, prácticamente ha sido en su estómago. Pero conforme van pasando las primeras semanas de vida llega un momento que sigue empiezan a producir y a veces se pasa a ver se producen más cantidad de la que sería necesaria Cuando. Eso ocurre. Lo que lo notamos al bebé es que empieza a interrumpir las tomas llorando y arqueando se hacia atrás, empieza a despertarse de noche, arqueando, sea cerrada y lo que hace muchas veces también que empieza a tener muecas como si fueran de asco, porque se le viene en los restos de la comida con acidez hacia la comida. Empezar en la cara de y lo vemos que está tragando continuamente, pero con sensación de incomodidad, sensación de dolor. Ya explicamos en ese momento que el tratamiento del reflujo ha sido fundamentalmente refugio, reducir las ideas del estómago y eso lo hace igual con medicación. Pero cuanto tiempo, Cómo evolucionan? Después? Cuando un niño empezamos a tratar, lo solemos notar que la mejoría se produce entre tres y diez días después de empezar el tratamiento. Y esa mejoría es clarísima. El niño, deja de interrumpir las tomas, deja de invertarse acercándose hacia atrás. Lo que nos encontramos es que van pasando la semana. Parece que iba bien y si sigue bien ese ese tratamiento se mantendría durante un par de meses a los dos meses si no ha hecho falta sobre el lado. Si en realidad, como si lo hubiéramos ido bajando poco a poco porque el niño ido ganando peso y hemos mantenido la misma cantidad de medicación. Es como si estuviéramos dando menos medicación en función de su peso. Cuando pasan esos dos meses y sigue bien, vamos bajando la medicación hasta que la eliminamos y consideramos que entonces sea resuelto. El problema Pero el caso de los cuales conforme el niño va ganando peso, reaparece, nos robe los síntomas y eso es lo que nos está diciendo. Es que si lo estamos manteniendo bien mientras la dosis de la adecuada. Pero en cuanto el niño gana peso, se nos queda corta. Tenemos que aumentar el revelado si se tiene que ir alargando progresivamente el tratamiento hasta que pase dos meses sin que necesitamos tener que volver a subir la y luego otra cosa que también influye que no se suele tener en cuenta. Y en la estación de la todos los problemas de estómago tienden a empeorar en primavera y en otoño. Y un niño de, por ejemplo, empezó con el reflujo ha sido en verano y que ya no teníamos prácticamente controlado. De repente llega el otoño e incluso a veces ya lo habíamos quitado hasta la medicación. Y empieza otra de la madre que lo llevo notando unos días que que ha empezado otra vez con los mismos síntomas. Se arquea, llora, está incómodo, se despierta de noche. Eso significa que tenemos que volver a poner otra vez tratamiento cuanto tiempo, el tiempo necesario para ese cambio de estación. Y por qué se produce eso? Pues se produce porque los cambios de estación cambia también nuestro hábito de sueño. Cuando un niño llega el momento de dormirse. Si coincide con el momento del oscurecer melatonina que produce nuestro cerebro en función de la iluminación que hay, no ayuda a que ese sueño sea más reparador. Cuando cambia la estación, se desajusta la hora a la que nos dormimos. Con la hora en la que oscurece y eso hace que el sueño sea malo, reparador, aumentan. Es la situación de estrés y eso aumenta la secreción de ácido. Por eso son periodos transitorios. Tenemos que entender que esa fase son normales. Está atenta a ella y cuando haga falta, volver a poner si hace falta la medicación o modificar la dosis. Pero al final, si lo hacemos bien, el reflujo de algo pasajero y que acabará cediendo.