Hígado graso y microbiota, ¿qué relación existe?
Puede existir relación entre hígado graso y microbiota, tal como queda explicado en este vídeo.
El hígado graso, conocido en la actualidad como enfermedad por hígado graso, asociado a disfunciones metabólicas, es la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en preadolescentes y adolescente en países desarrollados, y una de las causas más frecuentes en adultos.
La obesidad está relacionada con el origen del hígado graso, aunque esta enfermedad también puede aparecer en personas no obesas, ya que existen otros factores implicados en su etiopatogenia. Destaca entre ellos la alteración de la microbiota intestinal, conocida como disbiosis.
¿Por qué se altera la microbiota intestinal?
Esta alteración de la microbiota intestinal está producida principalmente por una dieta rica en grasas y en fructosa y baja en fibra, que induce:
La producción de mayor cantidad de energía, que empeora la obesidad preexistente.
Aumenta la permeabilidad intestinal, o sea, permite el paso al organismo a través de la mucosa intestinal de sustancias nocivas.
Se produce alcohol endógeno a nivel intestinal, que también pasa al organismo.
Todo ello, unido a otros factores, condiciona el depósito de grasa y la formación de fibrosis en el hígado, que induce un daño hepático cada vez más progresivo.
El papel de los probióticos, prebióticos y simbióticos
El papel que pueden jugar los probióticos, los prebióticos y los simbióticos puede ser importante.
Con respecto a los prebióticos, se aconseja realizar una dieta mediterránea con un alto consumo de frutas, de verduras, de hortaliza, de legumbres, de frutos secos y de cereales, entre otros. También se deben evitar las dietas occidentalizadas, caracterizadas por un alto consumo de grasas, de azúcar, de alimentos, procesados y ultraprocesados, y baja en fibra.
El papel de los probióticos y de los simbióticos, que son una combinación de probióticos y prebióticos, se encuentra en la actualidad en investigación.
Por lo tanto, para evitar la relación entre hígado graso y microbiota intestinal alterada, se aconseja seguir un patrón de dieta mediterránea para toda la familia, evitar las dietas occidentalizadas y realizar ejercicio físico de forma regular.