¿Por qué tiene tanto interés añadir probióticos y/o prebióticos a las fórmulas lácteas infantiles?
En este vídeo vamos a tratar de explicar lo mejor posible cuál es el aporte de los probióticos y prebióticos a las fórmulas lácteas infantiles.
El hecho de querer aplicar la tecnología de los prebióticos, probióticos, simbióticos y posbióticos a las fórmulas infantiles se basa en el concepto de que la lactancia materna tiene una determinada composición en probióticos y prebióticos que permite que se configure un determinado microbioma intestinal, favorecedor de situaciones realmente interesantes a nivel inmunológico y a nivel nutricional.
Probióticos en las fórmulas lácteas infantiles
En el caso de los probióticos, en las fórmulas lácteas infantiles, se han intentado añadir determinadas cepas.
En las fórmulas de inicio, no se ha demostrado una mejoría en la prevención de la alergia, en las infecciones gastrointestinales ni respiratorias, pero sí una mejoría del número y consistencia de las deposiciones.
Respecto a las fórmulas de continuación, hay una determinada cepa que ha demostrado su gran utilidad para las infecciones gastrointestinales y respiratorias.
En el caso de las fórmulas con hidrolizados proteicos, el empleo de lactobacillus LGG rhamnosus ha demostrado no solo que acelera la tolerancia, mejorándola en el tiempo, sino que permitiría disminuir la evolución natural de la marcha alérgica.
Finalmente, en el caso de los probióticos y las fórmulas para prematuros, hay que ser cautos y saber con seguridad cuáles presentan situaciones en las que no habrá complicaciones indeseables.
Prebióticos en las fórmulas lácteas infantiles
En cuanto a los prebióticos en las fórmulas lácteas infantiles, básicamente, hay de dos tipos: FOS GOS, que tienen una estructura lineal menos complicada y compleja que las fórmulas ramificadas de los HMO. Pues bien, tanto unos como otros mejoran o disminuyen:
El pH ácido en las heces.
El microbioma a nivel intestinal.
En algunas ocasiones, favorecen el aumento de una microbiota rica en lactobacilos.
Los HMO, a diferencia de los FOS GOS, además presentan mejoría sobre la respuesta inmune local, y sobre una capacidad de respuesta defensiva frente a las infecciones por su efecto de señuelo.
Finalmente, los simbióticos en las fórmulas lácteas infantiles han demostrado su utilidad fundamentalmente en cuanto a:
El pH ácido de las heces.
La composición del microbioma.
En algunos casos, en cuanto a la frecuencia de las infecciones gastrointestinales.
Postbióticos en las fórmulas lácteas infantiles
Finalmente, respecto a los posbióticos, hay pocos estudios, pero la mayoría de ellos demuestran, al menos, una seguridad en el crecimiento y en la composición del microbiota intestinal. Y hay una gran esperanza en que este tipo de productos pueda, en el futuro, ayudarnos a mejorar la calidad de vida de los primeros mil días de vida del niño.
En definitiva, los probióticos, prebióticos, simbióticos y/o posbióticos parecen tener un futuro innegable en las fórmulas lácteas infantiles, tratando de aproximarse a la composición de la lactancia materna.