La relación entre el tabaco y el mal aliento

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o una de las cosas muy importantes para nuestras relaciones sociales es el no sufrir halitosis. El paciente o la persona que fuma mucho no se da cuenta de que le huele la boca porque, efectivamente, está acostumbrada a sus mucosas nasales. Se han acostumbrado a ese mal olor, pero las personas que convivimos con los fumadores nos damos cuenta que su boca no huele bien y eso no es agradable. Por qué sucede Esto? Pues porque con el tabaco se altera la flora bacteriana, los microbios que tenemos en la boca y que tenemos que tener en la boca para que el equilibrio del ecosistema sea el adecuado, pues existen unas bacterias que se amansa, profetas que aprovechan esa circunstancia que les permite el tabaco, es decir, el hecho de tener menos saliva, porque el tabaco provoca que haya cero Esto mía, es decir, que se segrega menos saliva, hace que esta saliva no nos proteja tanto, no barra y no limpie esa zona de bacterias, de manera que estas bacterias campan a sus anchas. Lo que provocan es la descomposición de los alimentos, que están entre los dientes, que no hemos terminado bien o de algunas escamas que se van descargando de nuestra piel o un poquito de sangre. Si el momento de la sangre ahora decía estas bacterias descomponen dos. Esos compuestos en la placa bacteriana provocan lo que se llama mercaptano de metilo. Es un derivado del azufre que huele muy mal. Has de saber, además que el tabaco reduce nuestra capacidad inmunitaria. Es decir, si tenemos bacterias y fumamos, al final vamos a ser más susceptibles de sufrir infecciones, como por ejemplo gingivitis o periodontitis, incluso caries. Si fumas mucho, es más fácil que tengas caries y que tengas información, decías Y

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Iván Malagón

Odontólogo(a)

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