Furosemida: ¿Cuándo y cómo debemos tomarla?
La furosemida es un medicamento diurético que se utiliza para tratar la retención de líquidos en el cuerpo. Esta retención, también conocida como edema, puede ser causada por diversas afecciones, como insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o enfermedad hepática.
En este artículo, el farmacéutico Carlos Fernández Moriano, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y miembro del Comité de Medicamentos de Uso Humano de la AEMPS, nos explica qué es la furosemida, para qué sirve, cómo y cuándo tomarla.
¿Cómo actúa la furosemida?
La furosemida actúa sobre los riñones, aumentando la eliminación de agua y sal a través de la orina. Esto ayuda a reducir la cantidad de líquido en el cuerpo, aliviando los síntomas de la retención de líquidos, como la hinchazón de piernas y tobillos, la dificultad para respirar o la presión arterial alta.
¿Cuándo y cómo se toma la furosemida?
La dosis y la frecuencia de administración de la furosemida varían en función de cada paciente y de la gravedad de la afección a tratar. Es fundamental seguir siempre las indicaciones del médico y no automedicarse.
Efectos secundarios de la furosemida
Como cualquier medicamento, la furosemida puede causar efectos secundarios, aunque no todas las personas los experimentan. Algunos de los efectos secundarios más comunes son:
Aumento de la frecuencia urinaria
Deshidratación
Desequilibrio electrolítico (niveles bajos de potasio, sodio o magnesio en sangre)
Es importante informar al médico si se experimenta cualquier efecto secundario durante el tratamiento con furosemida.
Precauciones
Antes de tomar furosemida, es importante informar al médico si se padece alguna alergia a medicamentos, así como de cualquier otra condición médica que se tenga, incluyendo el embarazo o la lactancia.
Interacciones medicamentosas
La furosemida puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es importante informar al médico de todos los medicamentos que se estén tomando, incluyendo los medicamentos de venta libre y los productos a base de hierbas.
Conclusión
La furosemida es un medicamento eficaz para tratar la retención de líquidos, pero es importante tomarla bajo supervisión médica y seguir las indicaciones del profesional sanitario.