Uno de los miedos más comunes de los padres de hijos adolescentes es que estos consuman alcohol de un modo excesivo y a una edad muy temprana. La psicóloga Isabel Menéndez Benavente explica que es una realidad que los jóvenes consumen alcohol, sobre todo, los fines de semana. «Este consumo está aumentando y la primera borrachera la cogen de media con 13 años y pico», comenta la especialista.
Menéndez Benavente comenta que «es normal que esta situación asuste», y añade que hay que conocer por qué ocurre para intentar atajarlo. ¿Cuáles son los chicos más predispuestos a beber compulsivamente? La psicóloga explica que suelen ser chavales con problemas personales, con baja autoestima y pocas habilidades sociales. «Suelen ser chicos o chicas que no saben decir que no», añade. Al beber, sienten que adquieren habilidades sociales, se vuelven más locuaces y desinhibidos.
La psicóloga explica que los padres no pueden despreocuparse por el hecho de que solo beban los fines de semana. «Creen que a lo mejor no tiene grandes efectos pero no es así» dice Menéndez Benavente. Beber de forma compulsiva los fines de semana es un fenómeno llamado Bridge drinker (bebedor por atracón) que ya está siendo estudiado y que provoca efectos en el cerebro. «Afecta al hipocampo, a la memoria y a otras áreas del cerebro», añade.
¿Qué se puede hacer para evitar que los hijos adolescentes caigan en un consumo de alcohol compulsivo? Isabel Menéndez Benavente explica que probablemente sea casi imposible evitar que se emborrachen alguna vez, pero sí es fundamental explicarles los efecto de un consumo excesivo de alcohol. Además, los padres han de trabajar la autoestima de sus hijos y enseñarles a decir que no. Y por último, les aconseja a los padres que no dejen que los hijos se acuesten nada más llegar sin verlos.
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