Ketamina: usos, administración y efectos secundarios
La ketamina es un medicamento que se utiliza como anestésico general en intervenciones, especialmente las de corta duración, que no requieren relajación muscular, como pueden ser las intervenciones quirúrgicas oculares o nasales o la sigmoidoscopia.
¿Cómo actúa la ketamina?
La ketamina es un fármaco que actúa de forma rápida, produciendo una analgesia profunda con un reflejo laringo-faríngeo mantenido y un tono musculoesquelético normal o ligeramente aumentado. Su mecanismo de acción no se conoce completamente, aunque se ha relacionado con la unión a los receptores de NMDA, unos receptores localizados en el sistema nervioso central.
Administración de la ketamina
La ketamina es un medicamento de uso exclusivamente hospitalario, por lo que no se encuentra disponible en farmacias comunitarias. Se administra por vía intravenosa o intramuscular y puede combinarse con otros anestésicos. En la inducción de la anestesia suele combinarse con diazepam debido a la incidencia de sueños desagradables y delirios durante el despertar.
Efectos secundarios de la ketamina
Debido a que es un anestésico que mantiene el tono muscular, la ketamina puede usarse en monoterapia en situaciones en las que el estómago no esté vacío. Sin embargo, se deberá valorar en todo caso la relación beneficio-riesgo.
La anestesia con ketamina puede producir algunas reacciones adversas, como alucinaciones, pesadillas, agitación, náuseas, vómitos y aumento de la frecuencia respiratoria.