Faringitis o laringitis, ¿cómo diferenciarlas?
Todos en algún momento habremos sufrido o sufriremos las molestias de una garganta inflamada, pero debes conocer que existen diferentes enfermedades como amigdalitis, faringitis o laringitis que a menudo suelen confundirse, pero no son lo mismo.
La primera diferencia es la parte de la garganta que se ve afectada:
¿Qué produce faringitis o laringitis?
La mayoría de estas enfermedades son producidas por infecciones, generalmente por virus, aunque también pueden producirla determinadas bacterias como la difteria, sobre todo, en la laringitis, e incluso pueden ser causadas por hongos.
Los síntomas de una garganta inflamada son similares y los más comunes son fiebre y malestar general, irritación y enrojecimiento de la mucosa, tos seca y carraspeo, alteraciones de la voz o dolor.
Síntomas de faringitis o laringitis
Otros síntomas de faringitis o laringitis son debidos al lugar anatómico y fisiología y destacan, en el caso de la faringitis, más síntomas de tipo digestivo o de ingesta, como:
En la laringitis, serán síntomas más de tipo respiratorio y del aparato fonador: disnea o dificultad respiratoria, con cansancio al hablar, alteraciones de la voz como disfonía o incluso afonía.
Pruebas para diagnosticarlas
En la mayoría de los casos, es difícil distinguir entre faringitis o laringitis basándose solo en un examen físico y, por ello, el médico en ocasiones recurrirá a un cultivo, sobre todo para conocer si es causada por una bacteria y debe prescribir antibiótico para ayudar a prevenir las complicaciones.
Tratamiento para faringitis o laringitis
Si la causa es vírica, es un proceso autolimitado y será suficiente con tratamiento de los síntomas. Frente a estas patologías, algunos consejos y recomendaciones comunes son:
Beber agua para humedecer la mucosa.
Ventilar y humidificar la habitación.
Evitar los aires acondicionados y los cambios bruscos de temperatura.
Evitar la tos y el carraspeo
En cuanto a consejos específicos para faringitis:
No ingerir alimentos o bebidas muy frías o muy calientes.
Ingerir alimentos blandos.
No ingerir alimentos ácidos o irritantes, como picantes o alcohol.
Y para la laringitis:
Evitar vapor o humos tóxicos o muy calientes.
Evitar irritantes como el tabaco.
No forzar la voz en caso de disfonía o afonía.