¿Cómo influye la composición de la leche materna en el lactante?
La leche materna es el estándar de la alimentación infantil. Va mucho más allá de la nutrición, puesto que contiene componentes bioactivos que influyen de forma directa en el desarrollo del lactante.
Dentro de estos compuestos bioactivos, podemos encontrar inmunoglobulinas, factores del crecimiento, citoquinas, hormonas, pero también bacterias, oligosacáridos y los metabolitos derivados de las bacterias. Por tanto, podemos considerar la leche materna como un alimento probiótico, puesto que contiene bacterias que ejercen un efecto beneficioso cuando se consumen.
Probióticos en la leche materna
La leche materna contiene prebióticos puesto que contiene los oligosacáridos que son consumidos solamente por las bacterias porque el ser humano no puede utilizarlos, pero sí pueden hacerlo las bifidobacterias, que son la huella que caracteriza la microbiota intestinal de los lactantes.
Además, la leche materna contiene diferentes metabolitos derivados de esa actividad. Podemos encontrar, por ejemplo, butirato y otros ácidos grasos de cadena corta, así como componentes como las poliaminas, que también pueden venir derivadas de la actividad microbiana.
Todos estos componentes también tienen relaciones entre ellos que todavía no llegamos a comprender. Por ejemplo, hay diversos trabajos que relacionan ciertos grupos bacterianos con la presencia de ciertos oligosacáridos, o la composición de lípidos con algunas bacterias. Pero aún necesitamos avanzar en la ciencia. Lo que sí que sabemos es que esta composición de la leche materna está influenciada por diferentes factores maternos y factores del lactante.
¿Qué influye en la composición de la leche materna?
El índice de masa corporal materno, la ganancia de peso, el tipo de parto, sobre todo la cesárea, la exposición a los antibióticos y la alimentación materna son fundamentales. Sabemos que estos factores ejercen un papel muy importante en la composición de macronutrientes, pero también en la de componentes bioactivos.
Una alimentación alta en proteína vegetal, en fibra, tiene una capacidad de modulación de la microbiota de la leche materna. Y también recientes estudios muestran que tiene un efecto la composición y la diversidad de los oligosacáridos. Por tanto, tenemos que cuidar la alimentación materna.
También influyen, como hemos dicho, los factores del niño. Se sabe que el sexo del bebé, si es un niño o una niña, también puede modular la microbiota y otros componentes.
El tipo de alimentación que recibe el niños, lactancia materna exclusiva o lactancia mixta también puede modificar la microbiota y otros componentes de la leche materna.
Por tanto, nos encontramos con un alimento con diferentes componentes bioactivos, con relaciones específicas entre ellos, que además cambia a lo largo de la lactancia porque la composición no es la misma al principio en el calostro, durante la leche de transición y durante la leche madura.
Sabemos, además, que cambia entre tetadas. La composición no es la misma por la mañana que por la noche, y eso hace que este alimento tan personalizado, porque es la alimentación personalizada del ser humano, sea tan exclusivo y único, y tan variable entre las diferentes familias con diferentes parejas, mamás y bebés.
Aún tenemos que hacer más estudios, pero los estudios que avalan la presencia de probióticos y prebióticos (simbióticos) y también los metabolitos y otros componentes de pared celular que serían los posbióticos hacen de la leche materna el alimento para estudiar en un futuro.