Mi hijo no me hace caso: ¿qué hago?
¿Te sientes identificado con la frase "mi hijo no me hace caso"? Es una preocupación común entre los padres, especialmente cuando los niños alcanzan la edad de dos o tres años. Los niños, en su desarrollo, comienzan a explorar su independencia y a poner a prueba los límites.
Saturación del canal de comunicación
El Dr. Jesús Garrido, pediatra y creador de la aplicación "Bebé sin cólicos", explica que el exceso de indicaciones puede llevar a los niños a ignorarlas. Cuando un niño recibe un bombardeo constante de órdenes, consejos y prohibiciones, su cerebro tiende a bloquear la información como un mecanismo de supervivencia. Es similar a lo que nos ocurre a los adultos cuando nos vemos saturados de notificaciones, simplemente las ignoramos.
Los niños necesitan espacio para explorar, jugar y aprender a su propio ritmo. Si constantemente les interrumpimos con indicaciones, les estamos privando de esa oportunidad y generando un ambiente familiar tenso.
Menos es más: La importancia de priorizar
La solución que propone el Dr. Garrido es simple pero efectiva: priorizar. En lugar de abrumar al niño con un sinfín de indicaciones, los padres deben identificar la más importante del día y centrarse en ella. Al reducir el número de órdenes, aumentamos las posibilidades de que el niño las escuche y las siga.
Este enfoque requiere de paciencia y consciencia por parte de los padres. Es importante observar al niño, entender sus necesidades y adaptar nuestra comunicación en consecuencia.