La desnutrición es un problema global que se asocia a diferentes situaciones socieconómicas o a algunas enfermedades. Entiende cómo afecta a la microbiota.
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Microbiota TVNutriciónLa desnutrición es un problema global que se asocia a diferentes situaciones socieconómicas o a algunas enfermedades. Entiende cómo afecta a la microbiota.
La desnutrición, ya sea aguda o crónica, desencadena una serie de impactos en el organismo, especialmente en la microbiota intestinal. Este desequilibrio nutricional conduce a la atrofia biótica intestinal, generando una estepa intestinal caracterizada por inflamación y mala absorción. Este círculo vicioso dificulta el manejo de la desnutrición, ya que perpetúa el estado de carencia alimentaria.
Desde la perspectiva de la microbiota, la desnutrición provoca la pérdida de diversidad bacteriana, favoreciendo el predominio de especies perjudiciales. Además, se producen alteraciones que lesionan la pared intestinal, contribuyendo a la complicación del cuadro clínico.
En situaciones de desnutrición socioeconómica, común en países en vías de desarrollo, la carencia puede ser de origen calórico proteico mixto o de nutrientes específicos como el zinc, la vitamina A y el hierro.
La desnutrición, con una mortalidad que alcanza hasta el 45 % en niños, afecta significativamente al sistema inmunitario y metabólico del paciente. A menudo se presenta con procesos digestivos, cuadros intermitentes y diarreas, y también tiene presencia en enfermedades infecciosas crónicas como el VIH.
En sociedades desarrolladas, la desnutrición se manifiesta en casos de caquexia relacionada con el cáncer, enfermedades con síndromes de mala absorción y fallo de crecimiento, así como en la anorexia nerviosa. Estos casos también muestran disbiosis en la microbiota de los pacientes desnutridos, planteando la posibilidad de tratamiento concomitante con probióticos y prebióticos.
En el caso de la caquexia cancerosa, estudios han demostrado la eficacia de la incorporación de probióticos antes, durante y después del tratamiento, como medio para controlar desviaciones y la cascada inflamatoria que afecta a la mucosa intestinal.
A pesar de resultados contradictorios en revisiones recientes, existen datos que sugieren optimismo sobre la utilidad de estos bióticos en el manejo de la desnutrición.
En resumen, la desnutrición conlleva disbiosis grave, mala absorción y situación inflamatoria. Los estudios realizados en adultos y niños desnutridos, así como en casos de caquexia y anorexia nerviosa, muestran resultados esperanzadores en la integración de probióticos y prebióticos como parte del abordaje terapéutico.
La conexión entre desnutrición y microbiota revela un campo prometedor para mejorar la salud intestinal y, por ende, la calidad de vida de quienes enfrentan estas condiciones.
desnutrición y probióticos. La desnutrición aguda o crónica produce atrofia bioto intestinal que se asocia a una situación de estepa intestinal con signos de inflamación y mala absorción. Esta situación perpetúa el estado de desnutrición en un círculo vicioso de difícil manejo. Desde el punto de vista de la microbiota, se pierde la diversidad bacteriana y predomina el género Proteo, bacteria y otras especies patogénicas, además de otras alteraciones que lesionan la pared intestinal. Las situaciones de desnutrición de origen socioeconómico son las más frecuentes en los países en vías de desarrollo, donde puede ser de origen calórico proteico mixtos o de nutrientes específicos como el Zin, vitamina A y hierro. Esta entidad clínica tiene una mortalidad de hasta el cuarenta y cinco en niños y afecta a la situación inmune y metabólica del paciente. Además, suele ir acompañados de procesos digestivos, inter, cuentes y diarreas entero patogénicas y enfermedades infecciosas crónicas tipo como el VIH. En las sociedades desarrolladas, estas situaciones de desnutrición se dan en la caquexia de origen canceroso, en enfermedades acompañadas de síndromes de mala absorción y en los casos orgánicos de fallo de medro y en la anorexia nerviosa. Esta situación de disbiosis propia de los pacientes desnutridos ha planteado la posibilidad del tratamiento concomitante con probióticos y prebióticos en estos casos. En el caso de la caquexia cancerosa, existen diversos estudios que demuestran la eficacia del planteamiento pro pre y post bióticos como medio para controlar la desvíos y la cascada inflamatoria que afecta a la mucosa intestinal. Los buenos resultados obtenidos con diversos probióticos sugieren participación ETI patogénica de la DISBIOSIS en la Galea. En las últimas revisiones realizadas sobre este tema hay resultados contradictorios, pero hay datos que permiten ser ligeramente optimistas sobre la utilidad de estos bióticos en el manejo de este problema. En la anorexia nerviosa también se dan situaciones parecidas a la caxias y la desnutrición en cuanto a la fisiopatología de la mucosa intestinal y se han hecho estudios con pro y prebióticos que mejoran la situación clínica de los pacientes. En definitiva, y como resumen, hay disbiosis graves con afectación de mucosa, hay mala absorción y situación inflamatoria y se han publicado estudios en adultos y niños desnutridos, caquexia y anorexia nerviosa con resultados esperanzadores