La microbiota, también conocida como flora intestinal o microbioma, es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo, principalmente en el tracto gastrointestinal.
Se ha demostrado que la composición de la microbiota tiene un papel importante en la salud y en la enfermedad, y que puede influir en la evolución de diversas enfermedades infecciosas, incluyendo aquellas que afectan a las vías respiratorias altas.
En este sentido, varios estudios han demostrado que la composición de la microbiota puede determinar la severidad de la infección respiratoria, como la bronquitis causada por el virus sincitial respiratorio. En los niños, por ejemplo, aquellos con una microbiota caracterizada por una abundancia de microorganismos comensales tienen una infección asintomática o muy suave, mientras que aquellos con una abundancia de ciertos patógenos pueden tener una infección más grave y requerir hospitalización.
La relación entre la microbiota y la evolución de COVID-19
En el caso de COVID-19, la relación entre la microbiota y la evolución de la enfermedad parece seguir el mismo patrón. Según estudios recientes, la composición de la microbiota tanto de las vías respiratorias como intestinal ejerce una gran influencia en la severidad de la infección.
En este marco, los probióticos pueden tener cierta utilidad en el tratamiento de COVID-19. De hecho, varios ensayos clínicos están en marcha para evaluar el papel de los probióticos en la prevención y tratamiento de la enfermedad. Los resultados preliminares de algunos de estos ensayos han mostrado que ciertas cepas de probióticos pueden disminuir la mortalidad y la morbilidad asociada a la infección, especialmente entre pacientes con la infección, el personal sanitario que está expuesto a estos pacientes, y personas que viven en residencias geriátricas.
Es importante destacar que los resultados de estos ensayos clínicos son preliminares y que todavía se necesita más investigación para determinar la eficacia de los probióticos en el tratamiento de COVID-19. Sin embargo, estos estudios sugieren que la microbiota y los probióticos pueden ser una herramienta importante en la lucha contra la enfermedad.
En conclusión, la relación entre la microbiota y la evolución de COVID-19 es un área de investigación emergente y prometedora. Aunque todavía se necesita más investigación para determinar la eficacia de los probióticos en el tratamiento de la enfermedad, los resultados preliminares sugieren que la composición de la microbiota puede influir en la severidad de la infección y que los probióticos pueden ser una herramienta útil en la lucha contra la enfermedad.