Si el niño pesa menos de lo indicado para su edad, no siempre es un problema. Otras veces, en cambio, puede sufrir alguna intolerancia o alergia. ¡Atento!
Durante las visitas pediátricas, es rutina pesar y medir a los bebés para evaluar su crecimiento utilizando las tablas de percentiles. Estas tablas muestran el rango de peso y talla en el que se encuentra un niño en comparación con otros niños de su misma edad y sexo. Es fundamental recordar que estas tablas son solo una guía y que cada niño se desarrolla a su propio ritmo.
¿Qué significan las curvas de crecimiento?
Las curvas de crecimiento no son líneas rectas, sino que representan la velocidad de crecimiento a lo largo del tiempo. En los primeros meses de vida, los bebés experimentan un rápido aumento de peso y talla, que luego se va estabilizando gradualmente.
Rangos de ganancia de peso promedio:
0-3 meses: 150-200 gramos por semana.
3-6 meses: 100-150 gramos por semana.
6-12 meses: 50-100 gramos por semana.
Es importante destacar que estos son solo promedios y que algunos bebés pueden crecer a un ritmo ligeramente diferente.
En el pasado, se consideraba que un peso por debajo de la media era un signo de alarma y se animaba a los padres a aumentar la ingesta calórica del niño. Sin embargo, hoy en día se sabe que esto no siempre es necesario e incluso puede ser perjudicial, ya que puede aumentar el riesgo de obesidad en el futuro.
Si tu hijo se encuentra por debajo del percentil 50 en la tabla de crecimiento pero se mantiene dentro de su propia curva de crecimiento, se alimenta bien, tiene energía y no presenta otros síntomas, no hay motivo de preocupación.
Cuándo consultar al pediatra:
Si el niño experimenta una bajada repentina en su curva de crecimiento.
Si el niño presenta otros síntomas como falta de apetito, vómitos, diarrea, fatiga o irritabilidad.
Si tienes alguna duda o preocupación sobre el crecimiento o la alimentación de tu hijo.
Es importante recordar que cada niño es diferente y que no existe un enfoque único para el crecimiento y la alimentación. Lo más importante es seguir las indicaciones de tu pediatra y confiar en tu instinto paternal.
Cuando revisamos a los niños en el control de niños. Saben, una de las cosas clásicas que hacemos es que siempre los pesamos, lo medimos y comparamos como a su evolución con unas tablas que son las curvas de normalidad. Y ahí vemos que unos niños tan por encima de los niños están por debajo y vereis lo primero que son curvas. Es decir, que al principio van subiendo muy rápidamente y después se Valente siendo hasta que llega un momento que la ganancia de mucho menor En los primeros tres meses de vida. Se suele decir, por ejemplo, en el precio que ganan de ciento cincuenta dos cientos gramos por semana. Entre los tres meses y los seis meses ya la cosa se frena a cien ciento cincuenta gramos por semana y por encima de los seis meses ya la cosa se queda en unos cincuenta cien gramos por semana. Y además, de forma que puede pasar varias semanas en las que no gana nada y de repente gana dos cientos gramos, decía haciendo como Escalona. Y eso es normal. Y otra de las cosas que nos enseñan a todos cuando hacemos la especialidad es que los niños que están por debajo de la media. Es un niño, hay que vigilarlo. Y esto viene de una idea de crianza que es la que se extendió al principio de la pediatría y que consistía en como el principal problema que tenemos en la malnutrición y la muerte por gastroenteritis. Sabemos que los niños delgados, los niños que están por debajo de la media, están en peligro de muerte, porque si llega una mala cosecha, una gastroenteritis, ese niño no lo va a soportar. Y entonces el objetivo cuál era? Todos los niños los queremos por encima de la media, lo cual es matemáticamente imposible resultado. Estamos promocionando la obesidad. Eso en los países en vías de desarrollo era una forma de salvar vidas y de hecho, una de la estrategia que ha conseguido reducir la mortalidad infantil en los países que hoy en día consideramos desarrollados. Pero una vez conseguido ese objetivo, cuando ya una mala cosecha, una gastroenteritis, no suponen una amenaza para la vida de ningún niño, tenemos que tener claro que el niño que está por debajo de la media La pregunta del millón es está sano o enfermo, porque si estás sano, no tienes que hacer absolutamente nada para cambiar eso. Cuando nos esforzamos por que suba. Lo que estamos haciendo es favorecer la obesidad, cosa que no le interesa porque el principal problema nutricional que tenemos en la sociedad de día, por tanto, la tabla, no pueden servir para tener una orientación. Pero no sesión. Hay mucho, porque esto tenía mucho sentido en los países del Tercer Mundo. Hoy en día no puede servir más para orientando en la aparición de alergias de intolerancia, pero poco más. Cuando un niño va siguiendo una línea, va haciendo pequeñas fluctuaciones y si de repente tiene una bajada importante de los percentil es que llevaba lo primero que tenemos que pensar. Ha cambiado algo en su alimentación y si ha cambiado, Puede ser que ese cambio noroeste tolerando adecuadamente y sea la causa de esa bajada, o tiene alguna otros síntomas de enfermedad que me puedan explicar que el niño esté alimentándose peor y por tanto, este ganando menos peso. Esas son las preocupaciones que tenemos que tener, pero el niño que está delgado y sano, no lo toques