Recomendaciones ante un Síndrome de Brugada

Las recomendaciones ante un Síndrome de Brugada pasan en primer lugar por diferenciar si se trata de un Síndrome de Brugada sintomático o asintomático; y, en función de esto, se adoptan diferentes medidas para tratar al paciente.

• Cuando nos encontramos ante un Síndrome de Brugada sintomático, es decir, que haya tenido algún episodio de muerte súbita resucitada o síncopes de etiología no aclarada, la solución pasa por implantar un desfibrilador. Un desfibrilador es un dispositivo insertado en un marcapasos que va con nosotros, se coloca debajo de la clavícula izquierda generalmente y detecta si el paciente tiene una arritmia ventricular maligna. En este caso la trata y por lo tanto va a prevenir que el enfermo tenga una muerte súbita.

• En los pacientes que tienen un Brugada asintomático, es decir, se diagnostica que padecen Síndrome de Brugada por el electro pero nunca han tenido síncope ni muerte súbita, podemos estratificar  en algunos casos a través de un estudio electrofisiológico qué pacientes son inducibles e implantar un desfibrilador a aquellos con mayor riesgo, o adoptar una estrategia conservadora y seguirlos clínicamente.

¿Qué precauciones debe tomar un enfermo de Síndrome de Brugada?

El médico va a proporcionar una serie de indicaciones acerca de qué no se debe hacer. Un paciente que padece Síndrome de Brugada debe de protegerse de la fiebre, tomar antipiréticos o adoptar una serie de medidas físicas como la ducha fría para evitar que le suba la temperatura, ya que ello expone a arritmias ventriculares malignas.

Por otro lado, es importante tener una lista de fármacos que se deben evitar si tenemos un diagnóstico clínico de Síndrome de Brugada, que hoy en día se puede consultar en internet ya que la lista cambia cada dos semanas.

Si seguimos estas medidas que son sencillas, nuestro pronóstico no debería verse significativamente alterado por esta enfermedad.

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