«La presbicia o la vista cansada es un defecto normal del envejecimiento. Todo el mundo puede comenzar a sufrirla a partir de los 45 años». Nos lo cuenta el oftamólogo y director del centro Instituto Oftalmológico Fernández Vega, Luis Fernández Vega, que explica que la presbicia es fácil de identificar: «Es cuando el paciente nota que cada vez ve peor de cerca y va separando las cosas para poder leer. Cuándo ya no puede separarlo más, es cuando acude al oftalmólogo»,comenta.
Para tratar la presbicia, en la consulta se realiza una exploración oftalmológica completa y en un primer momento se suele optar por poner al paciente unas gafas de ver de cerca, pero ¿se puede operar? Sí, lo que ocurre es que, según explica Luis Fernánde Vega, no suele recomendarse la operación hasta el momento en el que la presbicia es estable. «La vista cansada va en aumento, no afecta lo mismo con 45 años, que con 50 o con 55». Es en este momento, en torno a los 55 años, cuando se estabiliza y se suele recomendar la operación. En algunos casos, cuando además de la presbicia existe algún otro defecto de graduación de lejos, se puede adelantar la cirugía.
¿En qué consiste la operación? El director del Instituto Oftalmológico Fernández Vega explica que se trata de quitar el cristalino del paciente. El cristalino es el encargado de proporcionarnos una visión correcta cuando somos jóvenes, tanto de cerca, como de lejos y a media distancia. «A medida que envejecemos, ese cristalino pierde capacidad de movimiento y plasticidad, es decir se va endureciendo». En la operación se sustituye por un cristalino artificial. «Hoy en día, son de muy buenas características. Hay lentes de distintos tipos y nos permiten ver bien de cerca, de lejos y la visión intermedia», comenta Fernández Vega, que añade que «el paciente queda muy satisfecho, ya que recupera la visión que tenía antes de los 45 años».
¡Suscríbete al canal de Oftalmología!
Descubre más artículos sobre Patologías y tratamientos en el canal Oftalmología.