28 de julio: Día Mundial de la Hepatitis

La curación de la hepatitis C ha aumentado un 200% en los últimos dos años gracias a los nuevos antirretrovirales y a los avances en biología molecular. En España 900.000 personas conviven con la enfermedad y la mitad de ellas lo desconoce.

La hepatitis es una enfermedad caracterizada por una inflamación del hígado que hace que este órgano no funcione correctamente. En la actualidad se han identificado 6 tipos de hepatitis vírica, siendo la C la más peligrosa ya que entre el 20 y el 40% de los pacientes desarrolla con el tiempo cirrosis o cáncer de hígado. Además, la principal dificultad con la que se encuentran los especialistas en Hepatología son las mutaciones del virus C, ya que existen 7 genotipos y a su vez 16 subtipos diferentes.

En los últimos dos años, la aparición de dos nuevos tipos de antirretrovirales, boceprevir y telaprevir, ha conseguido aumentar un 200% la tasa de curación de la hepatitis C. Según el Dr. Gonzalo Guerra Flecha, hepatólogo y gastroenterólogo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), “la combinación del tratamiento tradicional con los nuevos fármacos ha logrado que el 70% de los pacientes con hepatitis C se cure, cuando hasta hace dos años solo lo conseguía alrededor del 35%”.

La hepatitis es una enfermedad que en muchos casos no presenta síntomas cuando se contrae, sino que lo puede hacer incluso 20 años después cuando ya se ha desarrollado una cirrosis o un cáncer de hígado. “Este es el motivo por el que casi la mitad de los pacientes con hepatitis C no sabe que tiene la enfermedad. En muchos casos el descubrimiento se produce casualmente cuando se realiza un análisis de sangre rutinario en el que el médico pide que se analicen los marcadores relacionados con el hígado”, afirma el Dr. Guerra Flecha.

De los 6 tipos de hepatitis vírica que se han descubierto hasta el momento A, B, C, D, E y G, la hepatitis C es la que más preocupa a los especialistas ya que para el resto de tipos existen vacunas y tratamientos eficaces.

Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis crónica C afecta aproximadamente a unos 150 millones de personas. Se estima que el virus de la hepatitis C (VHC) infecta cada año a 3-4 millones de personas y que anualmente mueren más de 350.000 personas por enfermedades hepáticas relacionadas con el VHC.

La hepatitis B es una infección hepática potencialmente mortal causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Puede causar hepatopatía crónica y conlleva un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático.

Cómo se contagia

Las hepatitis A y E se contraen por vía oro-fecal. El virus se encuentra en las heces de las personas infectadas y se trasmite de persona a persona por el contacto personal cercano, por las manos sucias después de usar el inodoro, o por la ingesta de alimentos mal lavados o envasados.

Las hepatitis B, C, D y G se contraen por vía sanguínea, como un pinchazo con aguja infectada (tatuajes, piercings, acupuntura, drogadicción), el uso compartido de cuchillas de afeitar o del cepillo de dientes, o por transfusión de sangre.

Otros tipos de hepatitis

Sin embargo, para el especialista de CMED no hay que olvidar otros tres tipos de hepatitis que existen: la autoinmune, la alcohólica y la medicamentosa.

– Autoinmune: es producida por un fallo en el sistema inmunitario que hace éste ataque y destruya las células del hígado. Es una enfermedad poco frecuente que suele mejorar su pronóstico con terapia inmunosupresora.

– Alcohólica: es producida por un consumo excesivo de alcohol. No tratada a tiempo deriva en cirrosis.

– Medicamentosa: es producida por la toma medicamentos, algunos de ellos de uso tan frecuente como el ibuprofeno, el paracetamol y el naproxeno (se venden sin receta médica).

La importancia del diagnóstico precoz de la hepatitis C

Estudios internacionales han demostrado que la progresión de la hepatitis C, si no se trata en las fases iniciales de la enfermedad, ocasiona al sistema de salud un aumento exponencial del gasto con el paso del tiempo. Por eso es tan importante abordar la hepatitis C en sus fases iniciales, informar más a la población general y realizar un screnning a la población que ha estado o está en situaciones de riesgo.

Actualmente la hepatitis C mata más que el SIDA, siendo la principal causa de trasplantes de hígado. La hepatitis C es llamada la «asesina silenciosa», ya que por no presentar síntomas agrede de forma lenta y constante el hígado, llevando a 1 de cada 4 infectados a desarrollar cirrosis o cáncer de hígado después de 25 años de haber tenido lugar la infección. En la década pasada hablábamos de una verdadera bomba viral que estallaría en años futuros. En la actualidad la bomba está empezando a causar estragos. De los pacientes actualmente diagnosticados un 57% ya se encuentran en estado avanzado de fibrosis o cirrosis.

Las asociaciones de pacientes reclaman una estrategia nacional para abordar la epidemia de hepatitis C

La inacción de la administración sanitaria en materia de información a la ciudadanía hace que la hepatitis viral siga su camino; la falta de información da lugar a que las personas no sean conscientes que tienen hepatitis viral, a conceptos erróneos, vías de transmisión, falta de concienciación, sistemas de detección y registros, mientras el tratamiento no sea accesible a todos los que los necesitan, tenemos mucho por hacer, comentan desde la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis (ASSCAT).

Es urgente que el gobierno tome consciencia del problema de las hepatitis virales, que implemente acciones de prevención pero también de curación, en definitiva que se realice una estrategia (Plan Nacional para las Hepatitis) para poder combatirlas eficazmente.Para enfrentarse a una epidemia de hepatitis C, para la cual no existe vacuna, pero para la que afortunadamente existen tratamientos que curan definitivamente la enfermedad, el diagnóstico del mayor número de infectados es el camino para evaluar las necesidades que implica la carga de la enfermedad, para aplicar las acciones necesarias, salvar vidas y ahorrar recursos públicos.

Los gobernantes deben afrontar seriamente la hepatitis C realizando amplias campañas de información y diagnóstico para encontrar los infectados. Es inaplazable ofrecer la prueba de la hepatitis C a toda persona con edad entre 40 y 65 años. Como asociación comunitaria de pacientes queremos ser parte activa para afrontar el problema y en las acciones para resolverlo, pues solamente trabajando todos juntos, gobierno, sociedad civil, sociedades médicas, investigadores e industria farmacéutica podremos frenar la pandemia de las hepatitis virales.

Hay grandes expectativas con los nuevos fármacos, cada vez más eficaces y menos agresivos. Todo lo que necesitamos es la voluntad política para apoyar la investigación, desarrollar o ampliar la infraestructura para dispensar los tratamientos y facilitar el acceso generalizado al tratamiento del VHC, reclama ASSCAT.