El asma es una de las 10 enfermedades más prevalentes en el mundo y si no se controla adecuadamente reduce la calidad de vida de quien la padece e incluso puede llegar a provocar la muerte. Aunque los medicamentos que existen actualmente permiten un control total de la enfermedad, el escaso grado de concienciación de enfermos y personal médico hace que el asma no esté controlada en siete de cada diez pacientes.
En la actualidad, se estima que el asma afecta a 150 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Alrededor de un cinco por ciento de los adultos españoles y entre un ocho y un 12 por ciento de los niños sufren asma, una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que provoca en quienes la padecen tos, sibilancias, sensación de ahogo y fatiga, entre otros síntomas.
Su diagnóstico es muy sencillo ya que una vez se presentan los síntomas para confirmar que se trata de asma «hay que demostrar que existe una alteración de la función respiratoria que el médico determina mediante una espirometría, una prueba que mide el aire que entra y sale de los pulmones y como lo hace», explica la doctora Pilar De Lucas, presidenta de Neumomadrid.
El asma llega a limitar significativamente la calidad de vida del paciente asmático si no se controla adecuadamente. Hasta un 70 por ciento de las personas con asma reconoce haber tenido que modificar su actividad cotidiana a causa de un mal control de la enfermedad. «En el caso de los niños, pierden días de colegio y en los adultos se traduce en pérdida de jornadas laborales, además, de los ingresos en urgencias», aclara la doctora De Lucas. Y esto sucede a pesar de que con los tratamientos actuales se puede alcanzar el control total de los síntomas.
Es posible conseguir que el paciente asmático viva con su enfermedad casi olvidando que la tiene gracias a un adecuado tratamiento. Sin embargo, la falta de conocimiento sobre la enfermedad y el tratamiento limitan el beneficio de las terapias.
Uno de los motivos de esta falta de control es la infravaloración de la gravedad del asma, tanto por parte de pacientes como de médicos. De ahí, la necesidad de facilitar información que rompa las falsa creencias de los asmáticos y les instruya en el uso de los medicamentos.
Día Mundial del Asma
Por este motivo, el Día Mundial del Asma, iniciativa de la Global Iniciative for Asthma (GINA) y que en España convoca la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), se celebra bajo el lema Las necesidades para el control del asma , con el objetivo de hacer un llamamiento a médicos, pacientes y familiares sobre la necesidad de mejorar el tratamiento y control de su enfermedad.
Durante la celebración de este día se presenta la primera guía dirigida especialmente a personas con asma, Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) para pacientes, padres y amigos que pretende aumentar el grado de conocimiento del asma entre la población general ya que la educación del paciente es fundamental para el adecuado tratamiento el asma. No en vano, muchos estudios han demostrado que las personas convenientemente informadas experimentan una mejor evolución de la enfermedad, con un menor número de crisis, mayor calidad de vida y, a la larga, menor necesidad de medicación.
Esta guía aborda cuestiones básicas que van desde la definición del asma, sus síntomas o los factores de riesgo hasta consideraciones especiales de la enfermedad como el asma laboral o el asma de difícil control; todo esto mediante la figura de una niña-adolescente, llamada GEMA que conduce al lector en un lenguaje sencillo y coloquial a través de cada uno de estos aspectos.
Otra de las actividades que se realizan con motivo del Día Mundial del Asma es la presentación de los resultados de un estudio Luchando por respirar realizado por la Federación Europa de Asociaciones de Pacientes con Alergia y Enfermedades Respiratorias (EFA) que ha evaluado el impacto del asma severo en Europa. Algunos de los datos más significativos revelan que: uno de cada tres afectados considera que su vida social se ha visto reducida por la enfermedad; uno de cada cinco cree que pierde oportunidades laborales por culpa del asma; y que 1,5 millones de europeos con asma grave (tienen ataques asmáticos o perturbaciones del sueño al menos una vez por semana) viven con miedo continuo a morir.
Por su parte, Neumomadrid instala el día 4 una carpa en Madrid donde se realizarán espirometrías (prueba que permite detectar si se sufre asma) gratuitas a todo aquél que lo desee. Además, también se llevarán a cabo diversas acciones de divulgación sobre el asma para que la población aprenda a detectar los síntomas y tome conciencia de la gravedad del asma.
Educar al paciente
En la educación del paciente está la clave para lograr un control total de la enfermedad. Es imprescindible que el paciente sepa que aunque el asma es una enfermedad crónica, con un seguimiento adecuado del médico, la educación del paciente y un tratamiento correcto la persona asmática puede conseguir el control total de los síntomas de su enfermedad y llegar a vivir con asma pero sin padecer ningún tipo de limitación en su vida diaria.
Es importante que el paciente sepa, por un lado, qué son los bronquios y los pulmones y cómo les afecta el asma; cuáles son los síntomas habituales; reconocer una crisis y las diferencias de los mecanismos de actuación entre fármacos broncodilatadores y antiinflamatorios. Y también que aprenda la utilización correcta de los dispositivos de inhalación.
Cinco pasos para mejorar el control del asma
1. Pide a tu médico un tratamiento personalizado por escrito para el control de tu asma que especifique los medicamentos que se han de tomar y los factores desencadenantes de las crisis para poder evitarlos.
2. Toma los medicamentos prescritos por tu médico. Las personas con asma deben de utilizar un medicamento para el alivio de los síntomas (medicación de rescate) y, en muchas ocasiones, otro medicamento más para controlar de forma continua la inflamación de las vías aéreas (medicación de control).
3. Evita los factores que pueden desencadenar las crisis de asma.
4. Aprende a reconocer los síntomas de la crisis asmática como por ejemplo el incremento de la tos, la opresión en el pecho, los pitos o silbidos, la dificultad para respirar, los despertares nocturnos debido al asma o el descenso de tu valor de flujo espiratorio máximo.
5. Conoce lo que debes hacer en caso de una crisis de asma. No infravalores nunca la gravedad de un ataque de asma y cuando se produzca una crisis intenta seguir las instrucciones del médico.
La doctora Pilar De Lucas insiste en que hay que transmitir un mensaje positivo a la población porque «el asma es una enfermedad de fácil tratamiento que bien tratada no tiene por qué condicionar para nada nuestra forma de vivir». «Tener asma no tiene porqué significar vivir peor», concluye.
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