30Abr. 13
El cáncer más frecuente en los niños es la leucemia, responsable de uno de cada tres tumores infantiles, seguido de las neoplasias del sistema nervioso central (19,3%) y los linfomas (13,6%).
Cada año se diagnostican unos 1.100 nuevos casos de cáncer en niños, 155 por cada millón de menores de 0 a 14 años, pero gracias a las mejoras en el diagnóstico y el tratamiento cerca del 80 por ciento acaban sobreviviendo, según los últimos datos del Registro Nacional de Tumores Infantiles de la Sociedad Española de Hemato-Oncología Pediátrica (SEHOP).
El cáncer más frecuente en los niños es la leucemia, responsable de uno de cada tres tumores infantiles, seguido de las neoplasias del sistema nervioso central (19,3%) y los linfomas (13,6%). Se trata de unos datos similares -al igual que los de supervivencia- a los registrados en el resto de países de la Unión Europea.
Pese a que sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad en menores de 14 años, el director del Registro Nacional de Tumores Infantiles, Rafael Peris, ha destacado el incremento de la supervivencia que se ha conseguido en los últimos años. «En los años 80 apenas se curaban el 40 por ciento de los casos», ha recordado.
Además, las mejoras en el diagnóstico y la aparición de tratamientos más eficaces permite que el número de recaídas o la reaparición del tumor en edad adulta sea muy bajo.
«El riesgo de recidiva va disminuyendo progresivamente y, si a los 10 años no ha reaparecido el tumor, el riesgo es cero», ha añadido Tomás Acha, presidente de la SEHOP.
Una de las claves en la mejora del pronóstico de estos niños ha sido la creación de unidades de Oncología Pediátrica en los hospitales, formados por equipos multidisciplinares. Pese a ello, lamentan que desde el Ministerio de Sanidad aún no se haya reconocido la especialidad de Oncología Pediátrica.
También ha sido importante la aparición de nuevas técnicas de imagen, como el uso de las resonancias magnéticas para el diagnóstico inicial o las tomografías por emisión de positrones (PET) para evaluar la respuesta a los tratamientos que, por otro lado, y al igual que sucede con el abordaje del cáncer en adultos, cada vez son más dirigidos y presentan menos efectos secundarios.
Piden más investigación y más participación en ensayos clínicos
Pese a estas mejoras, el presidente de la Fundación Española de Pediatría, Luis Madero, ha pedido que se facilite la participación de estos menores en ensayos clínicos y que los laboratorios farmacéuticos inviertan más en el desarrollo de nuevas terapias para estos tumores «pese a que, al darse en menos pacientes, puedan no ser tan rentables».
Madero, no obstante, ha reconocido que «por el momento» no se están produciendo «grandes recortes o limitaciones» en el acceso a los tratamientos que necesitan estos pacientes.
De hecho, ha destacado que las comunidades «no suelen poner dificultades» cuando un paciente debe trasladarse de una región a otra para ser atendido.
Desde la Federación Española de Niños con Cáncer han destacado también la importancia que supuso la aprobación hace un año de la baja laboral para el cuidado de niños con cáncer que impulsó el Ejecutivo. Según su directora de Relaciones Institucionales, Ángela Navarro, esta ayuda se está garantizando en la mayoría de casos aunque, sobre todo al principio, había cierta desinformación al respecto.
«Hay que pensar que cuando a un hijo le detectan un cáncer supone un gasto extraordinario de unos 600 euros al mes, y si uno de los padres debe dejar de trabajar, los ingresos menguan pero los gastos aumentan», ha recordado.
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