8 de marzo: Día de la Mujer

08Mar. 05

La mujer tiene una esperanza de vida siete años mayor que la del hombre, pero su calidad de vida y salud es peor. Este ha sido uno de los aspectos analizados en el V Encuentro de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM). El doctor Santiago Palacios, Director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, y uno de los organizadores del encuentro, analiza la principales patologías de la mujer de hoy día.

M EDICINATV: ¿Cuáles son los tema de salud que hoy más preocupan a la mujer?

DR. SANTIAGO PALACIOS: Por un lado, las mujeres están muy preocupadas por la obesidad pero no tanto por el riesgo cardiovascular que implica, sino porque quieren dar una buena imagen exterior. Por el contrario, en muchos casos descuidan aspectos como la hipertensión, hipercolesterolemia o diabetes, realmente peligrosos. La osteoporosis -o mala densidad del hueso- es otro de los temas que le preocupan, por el riesgo de sufrir fracturas óseas.

En su papel de cuidadora de la familia, ¿descuida su propia salud?

Pues no es tanto que descuide su salud, como que existen aspectos que no los considera prioritarios. Así, están muy concienciadas de la prevención del cáncer de mama y no tanto del riesgo que tienen de sufrir una enfermedad cerebro-vascular -como es el caso del ictus- la primera causa de muerte en la mujer de hoy, seguida de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el enfisema pulmonar o enfermedades respiratorias. Por ello, es muy necesaria la prevención multidisciplinar y que la mujer conozca y cuide todos los factores de riesgo de su salud.

¿Cómo puede la sociedad ayudar para mejorar la calidad de vida y la salud de la mujer?

Los profesionales de la medicina y, en general, toda la sociedad debe educar y formarse en tres dimensiones básicas. La primera, la dimensión física de la mujer; en este sentido, debemos potenciar la necesidad de los cuidados preventivos, que la mujer lleve una dieta sana y equilibrada, que vigile los factores de riesgo cardiovascular, etc… La segunda dimensión -y muy importante- es la psíquica: debemos potenciar el esparcimiento de la mujer para ayudarla a disfrutar más de la vida y conseguir que sea más feliz.

La tercera dimensión, la social, va muy vinculada a este aspecto y es que la sociedad debe conseguir que la mujer tenga el mismo espacio y tiempo libre que el hombre; en este sentido, es fundamental mejorar su poder adquisitivo y más políticas de ayudas familiares.

¿Cuáles son los problemas de salud emergentes en la mujer?

Por un lado, la incontinencia urinaria, que tiene una mayor incidencia en la mujer que en el hombre. Hasta hace poco era un problema oculto porque los tratamientos mediante cirugía y fármacos no ofrecían soluciones aceptables. Actualmente esto ha cambiado y han aparecido nuevos fármacos y tratamientos quirúrgicos que ofrecen soluciones definitivas que pueden mejorar la calidad de vida salud de la mujer.

Por otro lado, en los próximos años aparecerán nuevos tratamientos para la disfunción sexual femenina. En este campo, destacan las conclusiones de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), de la que soy presidente, que expresan que sólo el 20 por ciento de mujeres en pareja, mantienen relaciones sexuales regularmente (una vez al mes) a partir de cierta edad. ¿Qué sucede con el resto de población femenina? En este sentido, hay algo que falla desde mucho antes de la menopausia y tiene que ver con la lucha por mejorar la calidad de vida muy vinculada a la sexualidad.

Precisamente, todos estos temas los analizaremos en el V Encuentro de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM), que se celebrará próximamente en Madrid. Además, también trataremos los métodos anticonceptivos más recientes para la mujer mujer, como son el parche y el anillo vaginal.

¿Qué problemas sexuales sufre hoy día la mujer?

Las disfunciones sexuales en la mujer tienen cuatro grandes apartados. El primero tiene que ver con los problemas relacionados con la líbido, hablamos de una falta de deseo sexual. El segundo, tiene relación con la excitabilidad; a la mujer sí le apetece practicar sexo pero no se excita, en la mayoría de los casos por una falta lubricación vaginal. El tercer apartado enlaza directamente con el orgasmo, nos referimos a una mujer que sí tiene deseo sexual, sí se excita pero no alcanza el orgasmo. El último apartado en disfunciones sexuales femeninas tiene que ver con el dolor. Cada una de estas disfunciones tiene su manera de diagnosticarse y de tratarse.

¿Cuáles son los últimos avances en el tratamiento de las disfunciones sexuales?

Hoy contamos con un amplio abanico de recursos para el tratamiento de las disfunciones sexuales femeninas. En estos momentos, los parches de testosterona tienen resultados muy positivos en la mejora tanto la líbido como de la excitación. Por otro lado, se ha demostrado que la alginina favorece la irrigación del aparato genital femenino y, por tanto, el aumento de la lubricación. En cuanto a los casos de atrofia genitourinaria y dolor, los estrógenos son muy efectivos. Pero, no podemos olvidar que existen mujeres en las que su disfunción no es de origen orgánico y que requieren psicoterapia.

¿Qué consejos debemos seguir para mejorar la salud de la mujer?

En primer lugar, la mujer tiene que estar informada de los riesgos que corre su salud, debe indagar, investigar para hallar una solución acertada. Por otro lado, es fundamental llevar unos hábitos higiénicos de salud; no nos cansaremos de repetir que es fundamental hacer ejercicio físico, llevar una dieta sana y equilibrada… Los chequeos médicos serían un tercer punto a tener en cuenta, para un diagnóstico precoz de cualquier tipo de patología. El cuarto aspecto, es que la mujer debe hacer caso al médico y no dejar la medicación recetada.

Por último pero no menos importante, sería un consejo saludable aplicado a los médicos y a la sociedad en general: debemos informar sabiamente sobre salud y prevención, es decir, emitir mensajes positivos para la mujer. En este sentido, debemos eliminar ese miedo a las enfermedades que hace que muchas personas se escondan y asociar, por ejemplo, la salud con la diversión, la importancia de tener más tiempo libre para ellas mismas. Se trata, en definitiva, de hablar de salud en positivo para ayudar a la mujer a disfrutar más de la vida y de su salud, algo que está en mano de todos.