Con los calores del verano el aire acondicionado se convierte en uno de nuestros grandes aliados para poder soportar las altas temperaturas en estos días, pero si no se le da un buen uso, también puede convertirse en un enemigo para nuestra salud.
Es habitual que busquemos refugio en lugares públicos con aire acondicionado, como restaurantes, supermercados, autobuses,… e incluso es posible que tengamos aire acondicionado en casa. Y más de una vez hemos notado bastante frío o como se nos pone la piel de gallina, al pasar del calor exterior al frío de estos lugares. Este es uno de los motivos que suelen provocar muchos catarros en estas épocas. Durante los meses más calurosos del año, el aire acondicionado es el causante de la mayor parte de infecciones respiratorias, sobre todo debido a los cambios bruscos de temperatura. Por ello se recomienda que la temperatura óptima debe oscilar entre los 20-24 grados centígrados y la humedad relativa del aire debe ser del 35 al 60 por ciento.
En este sentido, la humedad es un factor muy importante, ya que normalmente el aire acondicionado provoca que se seque el ambiente y esta sequedad puede afectar a todas las mucosas del cuerpo, como pueden ser los ojos o las fosas nasales, e incluso la piel.
La sequedad del ambiente, por el aire acondicionado, es una de las causas frecuentes de faringitis, ya que además de irritar, la sequedad de la mucosa reduce su capacidad de defensa frente a los microorganismos.
Otra cuestión importante es el mantenimiento del aire acondicionado, ya que sin unas condiciones mínimas de higiene se puede convertir en un foco que desarrolla y reparte virus, bacterias y hongos por el ambiente. Por ello es conveniente revisar antes de verano los sistemas de ventilación y de aire acondicionado para que funcionen correctamente y, sobre todo, para limpiarlos bien a fondo. El tema de la limpieza es básico, ya que para las personas con problemas respiratorios puede convertirse en un problema si no se usa adecuadamente. Para los pacientes asmáticos o con problemas de alergia a los ácaros y otros alergenos es muy recomendable usar filtros adecuados que impidan que se dispersen por el ambiente todas estas sustancias.
Siguiendo todas estas recomendaciones sobre temperatura, humedad, limpieza, etc. el aire acondicionado debería ser nuestro gran aliado en el verano.
El síndrome del edificio enfermo
Una mala renovación del aire en edificios con calefacción o aire acondicionado puede provocar síntomas como picor de nariz y ojos en varias personas, es lo que se conoce como Síndrome del Edificio Enfermo o Intolerancia Medioambiental. Esta alteración es debida a una deficiente regulación del reciclaje del aire que sirve para acomodar la temperatura y la humedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como edificio enfermo aquel cuyos ocupantes exponen quejas respecto a su salud en un porcentaje razonablemente elevado, mayor al 20 por ciento, y cuyas causas son difíciles de identificar dado que su origen es multifactorial y no suelen ir acompañadas de lesiones orgánicas o físicas. Entre los factores de riesgo encontramos una mala calidad del aire, la iluminación deficiente o el ruido.
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