Pese a parecer lo contrario, los españoles conocen "poco" los síntomas de un infarto de miocardio y las personas que los identifican "no le prestan la atención necesaria porque piensan que dolor se les pasará". Todos ellos son descuidos que "pueden costarles la vida", advierte el doctor Alfredo Bardají, presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Así de rotundo se muestra el cardiólogo Alfredo Bardají, para justificar que todavía «una de cada tres personas con accidente cardiovascular fallece por acudir demasiado tarde a los servicios de urgencias».
Este especialista lamenta que algunas personas tarden «más de dos horas entre la aparición del primer síntomas de infarto -dolor intenso en el pecho o brazo izquierdo, opresivo, a veces acompañado de náuseas y de sudoración- y la llegada al hospital, un tiempo que es fatal». Así, el especialista destaca la importancia vital de acudir a urgencias de inmediato, ante el menor síntoma de alarma», añade.
Otros síntomas del infarto menos conocidos
A veces el infarto «se presenta con otros síntomas como la disnea o sensación subjetiva de falta de aire, un desmayo o síncope y, en otras ocasiones, también hay un dolor ubicado en la boca del estómago que puede confundirse con un problema digestivo», reconoce este especialista.
Por ello, «hay que estar atentos a cualquier síntoma de estas características y no perder un minuto para ir al hospital, porque nadie está libre de sufrir una parada cardiaca repentina», reconoce.
La coordinación en los hospitales debe mejorar
Cuando un paciente tiene un infarto de miocardio en España, «la atención médica suele ser de calidad y no tiene demasiado que envidiar a la otros países de la Unión Europea», destaca el doctor Bardají. Sin embargo, «todo es mejorable», reconoce.
Los cardiólogos españoles «están muy preparados a nivel de conocimientos y profesionalidad, y hay un pleno acceso a los fármacos en nuestro país». Sin embargo, «fallamos en coordinación». Así, «hay una clara necesidad de mejora organización interna de los hospitales y del trabajo entre los profesionales implicados en la atención a una persona que llega con accidente cardiovascular, es decir, entre las enfermeras, médicos, camilleros, celadores, etc.; todas aquellas personas que atienden al enfermo desde que llega al hospital».
Todas las guías europeas recomiendan que cuando un paciente llega a un hospital con un dolor torácico se le haga un electrocardiograma en menos de 10 minutos. «Esto que es tan simple y que cualquier hospital puede realizar, con un poco de organización, en la práctica no sucede siempre», lamenta el cardiólogo.
Otro aspecto «fundamental» a mejorar es «reducir el tiempo que se tarda en aplicar los tratamientos que han demostrado reducir la mortalidad en los pacientes con infarto de miocardio, según las guías médicas europeas y norteamericanas», concluye el presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica de la Sociedad Española de Cardiología.
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