04Jun. 12
Las complicaciones corneales por el uso de lentes son mucho más frecuentes entre los portadores de lentillas de hidrogel blandas, llegando incluso a multiplicarse por cinco los problemas oculares --según algunos estudios-- resultando "totalmente desaconsejables".
Especialistas del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) desaconsejan las lentes de contacto de uso prolongado al «disparar el riesgo de complicaciones corneales», según ha concluido el Congreso de Contactología Avanzada de Superficie Ocular celebrado este fin de semana en Barcelona.
Según un comunicado, las complicaciones corneales por el uso de lentes son mucho más frecuentes entre los portadores de lentillas de hidrogel blandas, llegando incluso a multiplicarse por cinco los problemas oculares –según algunos estudios– resultando «totalmente desaconsejables».
Destacan las infecciones por bacterias de la superficie ocular, provocando pérdida de agudeza visual y que requieren la inmediata retirada de las lentes de contacto, tratamientos para combatir la infección y un tiempo de recuperación para que la córnea se regenere.
Por ello, los optometristas recomiendan el uso de lentes de reemplazo diario, que, además, gracias a los últimos avances, ya pueden ser utilizadas por personas con astigmatismo y con más de 10 dioptrías, mientras que hasta hace poco el rango de fabricación era mucho más limitado (máximo para 6 dioptrías).
Las principales complicaciones que pueden derivarse de un mal uso o mantenimiento de las lentillas son conjuntivitis papilar gigante (proceso inflamatorio no infeccioso), sequedad ocular u otras más graves, como la hipoxia (falta de oxígeno), que provoca la muerte de las células corneales, o la infecciones por acanthamoeba generalmente por un mal uso, como bañarse en la playa, que puede acabar perforando la córnea en menos de 24 y requiriendo un trasplante.
Por ello, los optometristas han alertado de la importancia del buen uso y mantenimiento de las lentillas para evitar complicaciones. En este sentido, han recomendado no abusar de horas de uso de las lentillas, prescindir de ellas para dormir y para ir a la playa, así como utilizar productos específicamente diseñados para su higiene y mantenimiento.
«Hay que cuidar mucho la higiene y evitar utilizar agua o saliva como alternativa de urgencia para limpiar la lentilla si se cae al suelo», ha afirmado Laura González, optometrista del IMO y coordinadora del Congreso.
Otra de las advertencias de los asistentes al Congreso ha sido la necesidad de que los usuarios de lentes de contacto visiten semestralmente al contactólogo y acudan al oftalmólogo por lo menos una vez al año.
Como alternativa, los especialistas han convenido que, en general, las lentes de contacto rígidas permeables al gas (RPG) son más aconsejables que las blandas porque ofrecen menor riesgo de intolerancia y de complicaciones y en cuya fabricación se utilizan materiales cada vez más permeables y que transmiten mejor el oxígeno a la córnea. Sin embargo, admiten, precisan un mayor esfuerzo de adaptación del usuario y son más difíciles de manipular.
125 millones de usuarios
Se calcula que en el mundo hay más de 125 millones de usuarios de lentes de contacto y que más del 20 por ciento abandona su uso. Aunque la mayoría de abandonos responde a problemas de comodidad, algunos usuarios aducen que la visión no es tan buena como con gafas.
Según Laura González, «esto es debido a que algunas lentes no corrigen el astigmatismo porque no han estado bien prescritas o porque son más económicas, ya que las tóricas (que corrigen el astigmatismo) cuestan el doble que las normales»; además, recuerda, «la córnea es una de las partes más sensibles del organismo, lo que explica las molestias que puede generar».
Para la corrección del astigmatismo, así como de otros factores relacionados con la calidad visual (aberraciones, sensibilidad al contraste, etc.), las lentes de contacto RPG están especialmente indicadas.
«El problema del astigmatismo surge habitualmente por una deformación de la córnea. Si colocamos una lente blanda, esta toma la forma de la córnea, manteniéndose el problema. Por el contrario, una lente RPG no se deforma y permite que el espacio entre la lentilla y la córnea se rellene de líquido lagrimal, que hace los efectos de lente, creando una ‘nueva córnea’ esférica y, por tanto, sin astigmatismo», ha explicado Laura González.
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