Aprobado en España un nuevo antibiótico para infecciones graves

Las autoridades sanitarias españolas han autorizado el uso de Invanz para infecciones intraabdominales graves, neumonías adquiridas en la comunidad e infecciones ginecológicas agudas. El nuevo fármaco tiene un espectro antibacteriano muy amplio, presenta una "toxicidad mínima o muy baja" y se puede administrar en una única dosis diaria, indica el doctor Miguel Gobernado, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario La Fe de Valencia.

Invanz es el nombre comercial de ertapenem, un antibiótico perteneciente al grupo de los carbapenemes y que como éstos es de uso exclusivo en hospitales. El doctor Jorge González, director del departamento médico de MSD España destaca el «perfil excelente de seguridad y tolerancia» del nuevo fármaco, debido a que no se producen interacciones con otros medicamentos. De momento se administra únicamente por vía intravenosa, pero próximamente también se ofrecerá la administración intramuscular. Además, se pretende ampliar las indicaciones de Invanz a las infecciones urinarias complicadas y las de piel y mucosas, según el doctor González.

Por su parte, el doctor Gobernado señala que este antibiótico es eficaz para combatir patógenos aerobios y anaerobios gram positivos y gram negativos (por ejemplo Staphylococcus aureus , Escherichia coli y Bacteroides fragilis ) y especialmente «aquellos microorganismos anaerobios involucrados fundamentalmente en infecciones intraabdominales pero también en infecciones pélvicas» (endometritis post-parto, aborto séptico e infecciones ginecológicas post-quirúrgicas) y «en aquellas infecciones más propias de piel y tejidos blandos o las que se producen después de un traumatismo». En cambio, «no tiene acción en algunos microorganismos de infección nosocomial seleccionada» (como Pseudomonas o Acinetobacter).

Invanz tiene un «efecto bactericida rápido», en palabras del doctor Gobernado, por lo que evita la aparición de resistencias «al destruir la mayoría de las bacterias». Asimismo, produce un «efecto post-antibiótico», del que carecen el resto de beta-lactámicos, ya que las bacterias afectadas «quedan dañadas y tardan mucho en recuperarse».

Antes del lanzamiento de Invanz se han realizado 12 ensayos clínicos en 23 países, entre ellos España, donde han participado 27 hospitales. En el caso de la infección intraabdominal se trata del «ensayo clínico de mayor tamaño muestral» realizado hasta ahora, por lo que permite obtener unas «conclusiones muy válidas», afirma el doctor José María Tellado, cirujano del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y experto en transplante hepático. Este especialista afirma que los estudios clínicos «nos han permitido descubrir que la flora está cambiando (y eso hace que otros antibióticos tengan dificultades para alcanzar el efecto terapéutico), conocer la mortalidad atribuible a las infecciones comunitarias y unificar a los investigadores y la propia metodología del ensayo clínico». Según los datos de este estudio, Invanz tiene una eficacia del 92 por ciento en el tratamiento de las infecciones complicadas intraabdominales, una patología que en el 70 por ciento de los enfermos españoles se adquiere en la comunidad y el otro 30 por ciento en hospitales.

Mortalidad asociada a las infecciones graves

La neumonía comunitaria, que afecta a 250.000 españoles cada año, tiene una mortalidad inferior al cinco por ciento en pacientes jóvenes, pero en el caso de las «neumonías graves en personas adultas con enfermedades de base, con factores de riesgo» y que además tengan que ingresar en la unidad de cuidados intensivos, el porcentaje de fallecimientos llega hasta el 30 por ciento, explica el doctor Gobernado.

Respecto a las infecciones intraabdominales, el doctor Tellado indica que la mortalidad habitual es del dos por ciento, pero aumenta hasta el 40 por ciento en aquellos pacientes con enfermedades de base y extensión de la patología a otras regiones (por ejemplo, peritonitis). Según este especialista, los factores que incrementan el riesgo de fallecimiento de las infecciones comunitarias graves son su «origen anatómico», porque existe «un mayor volumen de microorganismos en el intestino grueso que en el delgado o en los tramos altos del tubo digestivo», «la extensión de la infección», «el impacto biológico» (por ejemplo, las posibilidades de sufrir un fracaso orgánico) y «la reserva funcional» (que implica que una persona joven tenga más capacidad para defenderse de estas patologías que una persona mayor con enfermedades de base).