Astrazéneca. – Estudio TROPHY: El diagnóstico de la prehipertensión tiene un sentido preventivo

El Estudio TROPHY revela que a los cuatro años se reduce el riesgo de desarrollar hipertensión en un 15,6 por ciento en pacientes tratados con candesartán.

La prehipertensión es un concepto que nació para definir a un grupo de personas cuyas presiones arteriales auguraban que pudieran llegar a convertirse en pacientes hipertensos. Desde un punto de vista real, el concepto se refiere a personas con presiones arteriales por encima de 120 y de 80 milímetros de mercurio y por debajo de 140-90 mmHg, las cifras de la hipertensión arterial.

Para el doctor Manuel Luque, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, «el sentido que tiene el diagnosticar la prehipertensión es que, conocida su situación, las personas prehipertensas puedan tratar de corregir sus costumbres y, de este modo, hacer que sus presiones arteriales tiendan a bajar. Por ejemplo, en el caso de las personas obesas, si practican ejercicio físico moderado, andan media hora al día, pierden un poco de peso y reducen un poco el consumo de sal pueden evitar el llegar a ser hipertensas – llegar a tener presiones por encima de 140-90 mmHg- o tardar más en llegar a esta situación. En definitiva, el diagnóstico de la prehipertensión tiene un sentido preventivo».

La mayor crítica al concepto de prehipertensión, de cara a tomar decisiones terapéuticas con respecto a los pacientes, es considerar sólo las presiones arteriales. Para Luque «hoy sabemos que el riesgo cardiovascular no son sólo éstas sino que cuentan los factores de riesgo metabólico, el exceso de colesterol, etc y que las decisiones se han de tomar en función del riesgo cardiovascular global estimado. Sin embargo, dentro del concepto de prehipertensión no se tienen en cuenta estos aspectos».

En este sentido, se puso en marcha el Estudio TROPHY, cuyo objetivo era retrasar y prevenir la aparición de la HTA. Se trata de un ensayo clínico, randomizado, doble ciego donde a una rama de los pacientes se le administró placebo y a la otra candesartán durante dos años seguido de otros dos años de placebo para los dos grupos. Del resultado principal del mismo se desprende que a los cuatro años se reduce el riesgo de desarrollar hipertensión en un 15,6 por ciento en pacientes tratados con candesartán. Pero Luque matiza estos resultados ya que «darle tratamiento farmacológico a todos no me extraña que retrase la aparición de hipertensión, pero no es sensato. Sin embargo, sí me parece sensato tratar según los criterios de la Sociedad Europea: en esos niveles de presión tratar a los que tengan tres o más factores de riesgo. Los criterios de la Sociedad Europea son bastante más razonables que los de la Sociedad Americana».

Además, el doctor Luque añade que «en este estudio, menos del 50% de los pacientes tenían menos de dos factores de riesgo. Más de la mitad de los pacientes tenían tres o más factores de riesgo. Si estos pacientes se hubieran colocado en la tabla de la sociedad Europea, por lo menos la mitad de ellos con las presiones que tenían, tendrían que haber sido tratados e indudablemente el tratarlos con candesartán representa una excelente opción».