Una de cada 12 mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida, según datos del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), pero esta cifra crece, como también lo hace la investigación en este campo. El doctor Miguel Martín, presidente del GEICAM y Jefe de Oncología Médica del Hospital Universitario San Carlos de Madrid, comenta los estudios que hoy se están llevando a cabo para mejorar los tratamientos de esta enfermedad.
¿ Qué incidencia en la población y qué mortalidad tiene el cáncer de mama hoy por hoy?
El cáncer de mama se está convirtiendo en una verdadera epidemia que además está creciendo en los últimos años. En la actualidad una de cada 12 mujeres sufrirá este tumor, pero se calcula que en los próximos 30 años la incidencia abarcará a una de cada ocho, como ocurre en EEUU. En cuanto a la mortalidad, no es una de las más alarmantes en comparación con otro tipo de cánceres El 60 por ciento de las enfermas por cáncer de mama se curan para siempre.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Son muy difusos pero tienen que ver con dos circunstancias principalmente: factores de carácter genético y de tipo hormonal. Los genéticos afectan a un grupo muy pequeño de enfermas. Si la madre ha sufrido cáncer de mama y la hija hereda esa mutación, tiene un 50 por ciento de posibilidades de heredar también la enfermedad. Pero el 90 por ciento de las mujeres no tienen antecedentes familiares que predispongan al cáncer de mama sino factores de carácter hormonal: tener la menarquia (primera menstruación) precoz, la menopausia muy tarde, tener el primer hijo por encima de los 35 años, no tener hijos o recibir un tratamiento hormonal sustitutivo.
¿Cómo ayuda la detección precoz del cáncer?
La detección precoz del tumor es la medida más eficaz y rentable para mejorar la supervivencia de todas las mujeres españolas con cáncer de mama. Es mucho más eficaz que el mejor tratamiento posible una vez que aparece el tumor. Si lo diagnosticamos antes de que aparezcan los síntomas clínicos estamos evitando la metástasis (la extensión del cáncer) y con una terapia muy limitada se podrán curar muchísimas enfermas. Si tenemos conocimiento del tumor cuando ya se palpa y ha producido metástasis, las posibilidades de curación se reduce a menos de la mitad.
Tras diagnosticarse el cáncer de mama, ¿qué proceso se sigue?
Hay dos tipos de tratamientos: El que intenta acabar con el tumor localmente y el que persigue impedir que el tumor se extienda a otros órganos. Para tratar el tumor de forma local se puede amputar la mama completamente, que es lo que llamamos masectomía, y quitar también los ganglios de la axila que es donde drenan primero las células tumorales. Sin embargo hay otro método mucho más interesante para la mujer que es la cirugía conservadora de la mama. Consiste en resecar el tumor contaminado y conservar el resto de la mama suministrándole radioterapia por si hubiera algún otro foco de infección.
¿Y cual de las dos cirugías es más eficaz?
Hoy en día se ha demostrado que las dos cirugías conducen a la misma supervivencia. Pero se hacen muchas menos cirugías conservadoras de las que se debería, porque no está indicada para todo tipo de mujeres. Una mujer con una mama muy pequeña y un tumor muy grande, al quitárselo, el resultado estético no sería el adecuado. Además muchos cirujanos y ginecólogos son reticentes ante este tipo de cirugías porque existe el peligro de que, al no extirpar la mama, ésta sufra después una recaída.
¿Cuál es el tratamiento para evitar la propagación del tumor?
Es el que llamamos tratamiento sistémico o adyuvante. Sabemos que con el tratamiento local más del 50% de las mujeres luego recaen porque el tumor se ha propagado en otros sitios cómo los huesos, el hígado, el pulmón, la pleura o los ganglios. Para conseguir una curación máxima del cáncer de mama hay que hacer tratamiento adyuvante que consiste en administrar quimioterapia y hormonoterapia. La quimioterapia se basa en diversos fármacos antitumorales que tienen por misión destruir las células que estén circulando por la sangre o que se han situado en algún órgano y que serían las causantes de que se regenerara la enfermedad. Estos tratamientos han ido evolucionando con el paso del tiempo y hoy por hoy se considera que la mayoría de las pacientes deben seguir una terapia adyuvante con unos fármacos que se llaman antraciclinas. Y es precisamente en este tipo de tratamientos en los que se basa el GEICAM para hacer dos de las investigaciones clínicas que estamos llevando a cabo.
¿En qué consisten esos dos proyectos de investigación?
En el momento actual tenemos varios estudios, pero los más interesantes son dos que están intentando estudiar cómo mejorar los protocolos adyuvantes actuales después de la operación quirúrgica. En los dos comparamos la rama estándar del tratamiento con una rama que incluye un nuevo fármaco de nueva generación. Para ello, contaremos con la colaboración de 1.800 mujeres y los resultados preliminares estarán disponibles en el año 2004 aproximadamente.
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