¿Baja calidad del esperma?

14Sep. 07

Cerca del 70 por ciento de los hombres menores de 28 años que recurren a la reproducción asistida para tener un hijo sufre problemas de "mala calidad" del semen que, como factor único o asociado a otros que pueda sufrir su pareja, impide el embarazo.

Siete de cada diez varones jóvenes que acuden a centros de reproducción asistida tienen problemas de «mala calidad» del semen. Esta es la experiencia de la doctora Marisa López-Teijón, experta en reproducción asistida y asesora del Centro de Medicina Embrionaria, quien apuntó que «la cosa cambia» cuando hablamos de parejas mayores con problemas para tener hijos, ya que en estos casos «el problema suele ser femenino».

Según explicó la doctora López-Teijón, los espermatozoides tienen la misma actividad «durante toda la vida», por lo que los hombres fértiles siguen siéndolo aunque pasen los años. El problema radica en que cada vez son más los varones que nacen con semen de «mala calidad» que en su edad adulta, dificultará la posibilidad de engendrar hijos. «Si una pareja no consigue tener hijos con 28 años de edad o menos, lo más probable es que la causa sea masculina», apuntó la experta.

Por contra, cuando hablamos de parejas mayores de 40 años, las causas más probables de la infertilidad apuntan a la mujer, cuyos ovarios sí pierden calidad con el paso del tiempo y por consiguiente, su eficacia a la hora de lograr un embarazo. «Para la mujer, lo bueno es tener los hijos entre los 20 y los 30 años de edad. Sin embargo, los estamos teniendo a los 40, «cuando ya el 80 por ciento de los embriones de la mujer son defectuosos», destacó.

«La mayoría de los embriones presentan anomalías en los cromosomas, algo que ya ocurre en parejas jóvenes sin problemas de fertilidad pero que aparece con mayor frecuencia entre las estériles y con la edad de la mujer. A los 35 años, el 40 por ciento de los embriones ya son defectuosos, a los 38 años un 65 por ciento y a los 41 el 80 por ciento», explicó.

31 años edad media del primer hijo

Según la doctora López-Teijón, en España, como en otros países europeos, nos enfrentamos con «un grave problema de envejecimiento ovárico» por ser los 31 años la edad media en la que la española decide tener hijos, una media que a juicio de la experta, es «ficticia» porque la edad desciende gracias a las mujeres inmigrantes, que tienen antes los hijos. «Si a los 31 años, muchas mujeres no consiguen tener un hijo y necesitan tratamientos, aún más difícil es si nos vamos a los 35 años para tener el primero», anotó.

Ante este panorama, en el que son cada día más las parejas de todas las edades que recurren a la fecundación «in vitro», la experta apuesta por analizar los embriones mediante diagnóstico genético preimplantacional, una técnica que permite detectar anomalías y mejorar las opciones de embarazo, ya que la mujer sólo recibe los embriones sanos. Esta prueba genética permite saber si un niño nacerá sano incluso antes de que su madre sepa que está embarazada, apuntó.