Cada año se trata a unos veinte mil pacientes con cáncer en España. De ellos, un 40 por ciento sufre malnutrición, y hasta un 70 por ciento necesita intervención nutricional bien con recomendaciones dietéticas, preparados o suplementos nutricionales.
La nutrición «está relacionada con el cáncer a cuatro niveles ya que puede prevenir, inducir, mejorar y tratar el proceso oncológico», señala el doctor Jaime Sanz Ortiz, especialista del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. Junto con este dato, debe tenerse en cuenta que la incidencia de cáncer en nuestro país se sitúa en torno a los 145 por cada 100.000 habitantes. De éstos, entre el 20 y el 40 por ciento de los pacientes presentan malnutrición en el momento en que se diagnostica la enfermedad, y una vez que ésta avanza, las cifras de desnutrición pueden llegar hasta el 80 por ciento, con lo que se trata de un problema de alta prevalencia en el paciente canceroso.
Tal y como la define la doctora Carmen Gómez Candela, jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz de Madrid, la situación de malnutrición significa «pérdida y cambios de composición corporal». Lo más asequible para medirla es el peso, «pero en los pacientes con cáncer»-sigue explicando la doctora Gómez Candela- «se da especialmente el hecho de que se destruye la masa muscular del afectado». Es por este motivo por el que los pacientes de cáncer se quedan tan cansados e incapaces de realizar una vida normal.
Más teniendo en cuenta que el cáncer está asociado a pérdidas de peso considerablemente mayores a las observadas en otras enfermedades. La inapetencia, una disminución en la ingesta alimenticia y una marcada pérdida de peso son comunes en estos pacientes. Ante lo cual la doctora Gómez Candela asegura que en presencia de cualquier enfermedad, y no sólo de ésta, «es imprescindible nutrir correctamente al que la padece porque si no el pronóstico siempre va a empeorar».
Soporte nutricional fundamental
En este escenario, el soporte nutricional se presenta como una ayuda en el tratamiento de problemas derivados de la evolución de la enfermedad. Así, el 50 por ciento de los portadores de un tumor necesita de soporte nutricional, siendo éste importante tanto en el momento del diagnóstico de la enfermedad como a lo largo de la evolución de la misma.
De este modo, apunta la doctora Gómez Candela, en la actualidad «son muchos los pacientes con cáncer que consiguen superar la enfermedad o mejorar su capacidad funcional y calidad de vida gracias a los tratamientos nutricionales que acompañan a los tratamientos específicos de la enfermedad». Además, el tratamiento de cáncer, haciendo especial hincapié en la nutrición, no es sólo importante por la mejoría que supone en la salud del enfermo, y por evitar los cambios metabólicos que puede llegar a presentar el paciente, sino también porque mantiene el placer de comer, como un acto social, lúdico, placentero y muy positivo.
A todo esto se le añade la realidad de que para los pacientes con cáncer la nutrición tiene también efecto sobre la tolerancia ante los tratamientos anticancerígenos, como la quimioterapia y la radioterapia. Por lo tanto, un soporte nutricional anticipado y prolongado es una herramienta de mucho valor para el buen manejo de esta enfermedad.
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