01Mar. 04
Un 9 por ciento de las mujeres sufre depresión, casi tres veces más que los hombres, según los expertos reunidos en el IV Encuentro sobre Salud y Medicina de la Mujer, celebrado recientemente en Madrid. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que toda persona sufre alguna vez en la vida un episodio depresivo más o menos severo.
Una de las causas más importantes es el estrés, que está creciendo de manera importante en las mujeres. Entre los factores que repercuten más en las mujeres, señala el doctor Jesús de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Área de Burgos, figuran las responsabilidades primordiales en el hogar y el trabajo, ser madre soltera, el cuidado de los niños y padres ancianos, además del puesto de trabajo que desempeñan fuera de casa. «El estrés y la depresión se incrementan cuando la mujer asume un triple papel en la sociedad: es ama de casa, cuida de sus hijos y además trabaja fuera del hogar», advierte este experto. Las mujeres dedican, por término medio, dos tercios de su tiempo a actividades no remuneradas, mientras que los hombres sólo un tercio.
Se sospecha que una variedad de factores únicos en la vida de la mujer juegan un papel muy importante en la depresión, aunque casi siempre es un evento de estrés específico el que desencadena un episodio depresivo, explica el doctor De la Gándara. La incidencia es mayor para las separadas o divorciados, y menor para las casadas; en mayor medida que en los hombres. La calidad de un matrimonio, sin embargo, puede contribuir significativamente a la depresión. Diversos estudios han demostrado que la falta de una relación de intimidad y confianza, en combinación con problemas maritales graves, están relacionados con la depresión en la mujer. De hecho, las tasas de incidencia de depresión más altas son en las mujeres con matrimonios infelices.
Otros factores emocionales que pueden desencadenar son los problemas de pareja causados por una disminución en el interés sexual que a su vez está relacionado con sequedad vaginal; la soledad debido a que los hijos ya son mayores y se han ido del hogar, a cambios físicos debidos a una histerectomía o que esté atravesando por otras condiciones serias como la osteoporosis o problemas cardiovasculares.
Además, repercuten en la mayor prevalencia de la depresión femenina influencias hormonales, genéticas, ambientales, ciertas características psicológicas y de personalidad y sobre todo eventos endocrinos y reproductivos. Según el doctor de la Gándara, «hay muchos momentos en los que la depresión está presente, sobre todo los relacionados con cambios en el ciclo reproductivo: menarquia, menstruación, anticoncepción, embarazo, parto, lactancia y menopausia. son siempre etapas críticas, de tránsito, en las que se reúnen factores biológicos, psicológicos y sociales que suponen un riesgo para la estabilidad emocional de la mujer». Por otra parte, añade, «existe una clara relación entre cerebro, hormonas sexuales y conducta, que explica buena parte de las peculiaridades femeninas de los trastornos emocionales».
Períodos de mayor riesgo
A lo largo de la vida de la mujer, hay varios periodos en los que es más susceptible de padecer una depresión, bien sea leve, moderada o severa, estos periodos son el embarazo junto con el post-parto y la menopausia, incidiendo especialmente en el que mayor riesgo representa que es la perimenopausia (4 años antes de comenzar la menopausia), comenta el doctor Santiago Palacios, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia. «La menopausia se ve afectada por las creencias y expectativas de las mujeres respecto a los síntomas que deben esperarse», afirma.
La mayor o menor autoaceptación «dependerá en buena parte de lo que se ha logrado realizar a lo largo de la vida, en relación con las expectativas sociales, y eso será un factor determinante la hora de caer o no en un estado depresivo», comenta por su parte el doctor De la Gándara. En cuanto al embarazo y el parto «suponen intensos cambios fisiológicos y psicológicos, potencialmente estresantes». Durante el embarazo la morbilidad psiquiátrica aumenta entre un 20 y un 40%; y se describen un 10% de episodios depresivos con el parto.
También influye la educación sentimental, como explica el doctor Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid: «La mujer de nuestro medio occidental tiene una mayor afectividad y mayor sensibilidad al mundo de la melancolía comparada con el hombre, que es menos afectivo y aprecia menos todos lo que es el campo sentimental». Aun así, las causas específicas de la depresión en la mujer no son claras, ya que muchas mujeres que han sido expuestas a estos factores no sufren de depresión. Según este experto, «las distintas hipótesis han ido verificando que esta enfermedad es debida a un desajuste bioquímico cerebral complejo, en donde se ha podido verificar que, las causantes de esta enfermedad son las sustancias que transmiten los impulsos en las neuronas».
Falta de diagnóstico
Se calcula que sólo un 20% de las mujeres afectadas por depresión están diagnosticadas y el 80% restante puede pasar toda la vida con tristeza, sentimientos de culpabilidad, alteraciones en el sueño y el apetito, pérdida de la energía y falta de atención y concentración, que repercuten en mayor o menor grado en su calidad de vida. «Una depresión no diagnosticada tiene muchas posibilidades de cronificarse», advierte el doctor Rojas, lo que repercute en un peor tratamiento y pronóstico. Sólo un tercio de las depresiones no mayores pueden resolverse por sí mismas tras un tiempo de evolución. Las otras dos terceras partes progresan hacia la cronicidad.
Hay situaciones encubiertas de malos tratos y de alcoholismo que se manifiestan con un cuadro depresivo. El papel tradicional de la mujer repercute en que la enfermedad se sobrelleve, con frecuencia, en silencio. A veces el paciente consulta por síntomas físicos, como dolores de cabeza o molestias gastrointestinales. Está demostrado, según los expertos, que la depresión influye negativamente en el sistema inmunológico y que el deprimido no tratado tiene más riesgo relativo de sufrir cualquier tipo de enfermedad, incluso las infecciosas y cancerosas. Según Enrique Rojas, entre un 15-20% de los enfermos depresivos corren el riesgo de suicidio, porcentaje que aumenta cuando la depresión es mayor o está cronificada. El manejo de la depresión, a juicio del doctor Rojas, requiere un abordaje multifactorial, que incluya tratamiento farmacológico correcto, psicoterapia con la ayuda de un profesional y aprendizaje de unas pautas y estilo de vida saludables.
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