Los catalanes ya tienen a su disposición un documento donde pueden expresar sus peticiones en caso de sufrir una enfermedad terminal, demencia o situación sanitaria límite, el llamado Testamento Vital. Ahora la Generalitat ha aprobado la creación de un registro informático para asegurar que esas voluntades se cumplan. El Parlamento catalán también ha aprobado el derecho a una segunda opinión médica en casos de patología grave, dentro de una carta de derechos y deberes del paciente.
La Generalitat de Catalunya ha aprobado la creación de un registro informático de voluntades anticipadas, para identificar a todos los pacientes que hayan elaborado un documento de este tipo, en el que incluyen sus peticiones en caso de sufrir una enfermedad terminal, demencia o situación sanitaria límite, que no les permita expresarse, según ha anunciado el consejero de Sanidad, Eduard Rius. Aunque su departamento también aconsejó que dentro de la redacción de este documento los pacientes designen un representante que interpretaría las peticiones del enfermo en caso necesario.
El modelo para elaborar este documento ya está disponible en las notarías y centros sanitarios de esta comunidad. Ahora además, con la creación de este registro informático, los notarios y profesionales sanitarios que reciban este documento deberán introducirlo en esta base de datos de inminente creación para garantizar su cumplimiento.
La iniciativa del Testamento Vital es pionera en España y permite que cada ciudadano elabore una declaración escrita, contando con el apoyo de tres testigos u optando por la presencia de un notario. En el primer caso, deberá acudir a un centro de salud para recoger el formulario y entregar el informe, aunque el acudir a un notario «es una garantía más de que alguien hará un seguimiento para que se cumplan sus voluntades», aconseja el Consejero de Sanidad.
El papel del representante que puede asignar el paciente en este documento es, según Eugeni Sedano, Presidente del Comité de Bioética de Catalunya, el de «ayudar al médico a defender el cumplimiento de las peticiones del enfermo, sobre todo, cuando éstas no están detalladas», interpretando sus últimas voluntades.
Desde la aprobación del documento de voluntades anticipadas, se han registrado unos 1.400 informes elaborados por notarías. Ahora, con la creación del registro de voluntades anticipadas, sus responsables quieren «hacer creíble que el documento es efectivo», explica el consejero de Sanidad catalán.
Derecho a una segunda opinión
Los enfermos en Catalunya también podrán recibir la opinión de un segundo médico en caso de padecer una patología grave, después de que el Consejo Ejecutivo de esta comunidad aprobara una Carta de Derechos y Deberes de los Ciudadanos en Sanidad que recoge este derecho del paciente.
La carta también establece la necesidad de priorizar la atención sanitaria según «la gravedad de los problemas de salud, la efectividad de los tratamientos previstos y los colectivos más vulnerables». Otros derechos que recogen son el derecho a la intimidad y a la confidencialidad, el derecho a la prevención y a la promoción de la salud, el derecho a acceder a técnicas que reduzcan la probabilidad de aparición de una enfermedad o de retrasar su aparición, el derecho de información sobre los servicios de salud y al correcto funcionamiento del proceso sanitario. El paciente también podrá tener acceso y disponer de su historial clínico.
Confidencialidad genética
Ante los nuevos avances en genética, el documento aprobado por el Parlamento catalán establece el derecho a la confidencialidad de la información genética del paciente, para que estos datos no sean utilizados para discriminarle. Queda así, por ejemplo, prohibido que las empresas conozcan en un futuro si sus trabajadores son propensos a ciertas enfermedades para reemplazarlos o rechazarlos en un proceso de selección de personal.
La carta de derechos del paciente en Cataluña recoge que los registros de datos genéticos se configurarán con los mecanismos necesarios para garantizar su confidencialidad. El documento también permite la manipulación del genoma humano siempre con «finalidades preventivas, diagnósticas y terapéuticas», como podría ser la selección de sexo para prevenir enfermedades.
Pero esta carta no sólo recoge derechos. Los pacientes también deberán cumplir varios deberes entre los cuales figuran cuidar y responsabilizarse de su salud, utilizar adecuadamente las prestaciones del sistema sanitario público, ser solidario con las necesidades de los demás y aceptar el alta médica al final del proceso de asistencia.
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